Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

De la juventud tóxica al renacimiento

Hola, quiero compartir mi historia. Comencé una relación cuando tenía 15 años, el mismo día en que los cumplí, con una persona mayor que yo en ese entonces, casi 22 años. Fue una relación tóxica con un novio que resultó ser muy perjudicial, llegando incluso a golpearme en tres ocasiones. Me engañaba constantemente y, a pesar de eso, seguía a su lado. Quedé embarazada a los 18 años y me convertí en madre. Él no quería asumir la responsabilidad de nuestro hijo. Durante mi embarazo, me decía cosas hirientes y me hacía sentir mal. Casi nunca lo veía y en un momento desapareció por un tiempo. Luego volvió, sin jamás pedir perdón por el abandono que sufrí. Su familia tampoco estuvo presente, y su madre era especialmente problemática, llegando a gritarme cosas en la calle.

Años después, empecé a trabajar mientras él solo salía de fiesta y no trabajaba. Me hice cargo de mi hijo tanto económicamente como en otros aspectos. Hubo momentos en los que no tenía a alguien que lo cuidara, y él tampoco lo hacía, ya que prefería dormir en la casa de su madre después de una noche de fiesta. Esto continuó durante muchos años, hasta que finalmente él comenzó a trabajar.

Con el tiempo, vivimos juntos como una familia normal y nos casamos (una decisión de la que me arrepiento hasta el día de hoy). Yo ya había obtenido mi título profesional mientras que él estudiaba. A pesar de que siempre lo apoyé (cosa que él nunca hizo; todo lo que yo hacía le molestaba), su actitud cambió cuando empezó a ganar dinero. Se volvió aún más desagradable de lo que ya era. Finalmente, cansada de su actitud y menosprecio constante, lo dejé después de 25 años y nos divorciamos. Él se quedó con la mayoría de las posesiones, mientras que yo solo empacaba 25 años de mi vida en maletas y bolsas junto a mi ropa.

Nuestro hijo ahora tiene 25 años y se ha convertido en un buen hombre con sólidos valores y una excelente educación. Se ha convertido en un buen padre, al menos en la actualidad. Sin embargo, hay momentos en los que intento comunicarme con él por asuntos relacionados con nuestro hijo y me ignora. No me presta atención ni me responde, siendo siempre desagradable conmigo. Mi hijo me ha contado que su nueva pareja no le permite hablar conmigo. Me pregunto si es realmente necesario que él actúe de esta manera. ¿Es necesario que carezca de empatía en situaciones importantes que involucran a su propio padre?

Jamás lo molesto por otras cuestiones ni lo involucro en problemas con su pareja. Solo trato temas importantes y nunca le envío mensajes inapropiados. No tengo nada negativo que decir sobre su pareja; de hecho, mi hijo me ha dicho que ella es buena con él. Sin embargo, el problema parece ser yo, y no entiendo por qué. Mi ex esposo es un narcisista. Siempre encontraba defectos en todo lo que yo hacía. Intentaba ridiculizarme frente a los demás y constantemente me menospreciaba. Siempre dejaba en claro que él tenía el control porque aportaba económicamente. Lo que más me duele es haber estado casada con un hombre que ahora veo y me pregunto cómo pude estar con alguien así. ¿Indiferente y egocéntrico? Fingiendo ser un buen padre cuando en realidad nunca se preocupó por nuestro hijo cuando más lo necesitaba.

Es lamentable pensar que perdí tantos años de mi vida con un hombre que solo se preocupa por sí mismo y nadie más. Hay muchas otras cosas que me hizo y que viví, pero sería imposible enumerarlas todas.

Perdón la lata, solo necesitaba desahogarme...



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.