De la felicidad al completo vacío.
En 2018 y la primera mitad del 2019 estaba feliz con mi vida, había salido para siempre de una relación tóxica, estaba enfocado en mi 2a carrera, tenía un trabajo piola, todo eso me hacía feliz, estaba bastante tranquilo.
En ese tiempo agregué a algunas personas en una red social para compartir aficiones. En 2019 empecé a conversar con una de esas personas temas triviales, esta chica resultó tener 20 años menos que yo y como mucho me parecía interesante que nuevas generaciones escucharan la misma música que yo escuché toda la vida. A fines del 2019 empezó a contarme que había soñado conmigo y después empezó a hacerme preguntas más personales que yo no tuve atao en responder.
Nunca le oculté mi edad ni nada, pa qué. Empezamos a hablar más y de pronto como que las conversaciones se hacían más largas, a veces dejábamos de hablar una o dos semanas hasta que llegó la pandemia donde perdí toda mi vida social. Pero ella estaba ahí, preguntándome cómo estuvo mi día, mi trabajo, mis clases (a esas alturas a nada de titularme). Y yo por cortesía en principio le devolvía esas preguntas (ella estaba en su 1er año de universidad), la verdad es que se sentía bien que alguien se preocupara por uno, cosa que antes no me interesaba.
De a poco esta chica se empezó a meter en mi cabeza, intenté que no fuera así, lo juro. La soledad de la pandemia, el haber terminado mis estudios, el encierro, seguro que todas esas eran causas por las cuales empecé a sentir algo hacia ella. Al par de días después de su cumple, le dije que me estaba gustando y se lo dije para sacarme esos pensamientos y que ella me dijera que no le interesaba y así quedar tranquilo.
Me dijo que no sabía qué decirme y a los días me bloqueó. Me dolió mucho pero lo asumí y seguí mi camino, entré a estudiar otra carrera, pero ya no me motiva terminarla.
Yo no buscaba ni busco pareja, ni menos enamorarme de nuevo, me costó demasiado salir adelante.
Pasaron dos años y aunque me empezó a ir mucho mejor ya que me cambié a una pega que siempre quise, me sentía vacío, sin propósito.
Un domingo en la tarde vi esa red social y ella me saludó. Sip, dos años después!
Ella me pidió disculpas porque no supo cómo tomarse las cosas, me dijo que no me había olvidado, yo le dije que la eché de menos y me dijo que ella también, que quería saber en qué estaba, cómo me había ido y cómo me sentía.
Esas palabras fueron tan motivantes pero también eran como un espejismo. Hablamos de juntarnos, nos pusimos al día con cosas de la vida y retomamos la comunicación tal como antes. Le dije dónde estoy trabajando y pasó un par de meses hasta que una mañana me dijo que estaba abajo del edificio donde trabajo. Dejé tirada una reunión, mi corazón se aceleró, bajé, la vi y sentí por primera vez esas famosas 'mariposas en la guata'. Le di un abrazo, hablamos unos pocos minutos porque debía volver a mi reu. Al día siguiente volvió, nos fumamos un puchito y me habló de juntarnos a almorzar y mientras tanto le invité un café, pero ese día iba con cosas donde su hermano así que dejamos eso para otro día. Luego me mandaba fotos de donde estaba, me preguntaba qué estaba haciendo y también le mostraba dónde estaba. Un par de semanas después nos tomamos un café, ella fue muy arreglada, se veía hermosa. Al día siguiente nos volvimos a ver.
Ella volvió a sus clases y empezó a distanciarse y eso me empezó a hacer mal así que decidí enfrentar la situación y le dije que siento cosas por ella. Me respondió que no quería que eso pasara, que no tenía problemas con verme, pero que no era bueno para mí. Esperó a que pasara mi cumple, no me saludó y dos días después me eliminó de nuevo. Me dolió demasiado. Intenté hablarle un mes después, pero no tuve respuesta, así que esta vez yo la bloqueé.
Si ya me sentía sin propósito, solo, sin sentido de vida, después de esto fue todo peor. Ojalá no hubiera vuelto a hablarme. Intento poner todo el foco en mi trabajo, mis estudios, pero no pasa nada, las cosas que me gustaban ya no me importan. Estoy haciendo todo lo posible para volver a salir adelante y ser feliz a mi manera, pero me cuesta demasiado.
Quiero recuperar todas las ganas, las energías y el ánimo para hacer mi pega cada vez mejor, pero no puedo!
A veces solo quisiera no seguir viviendo, pero mi mente me dice que aún tengo muchas cosas por hacer.
