La loza limpia
Llegué a mi nuevo trabajo, con mi mochila y mi polera negra con una calavera. Entré al baño pa' hacer mi primera visita de la mañana, y ahí lo vi: una repisa con vasos, tazas y platos. Me dieron ganas de vomitar cuando me di cuenta de que la gente los usaba pa' tomar café y comer.
¿Cómo mierda van a dejar esas weas en el baño? ¿Acaso no saben que hay bacterias por todas partes? ¡Asco! Me dio una rabia loca, porque es como si no le importara a nadie la higiene. La wea es que no me tomé mi café esa mañana, ni nada de lo que ofrecían en esa repisa, porque me daba un asco tremendo.
Desde ese día, empecé a guardar mi taza y mi plato en mi escritorio, pa' no tener que dejarlo en el baño. Yo sé que soy un poco obsesivo con la limpieza, pero es que no puedo evitarlo, me carga la idea de estar en contacto con las bacterias de otros. Además, es que es una falta de respeto pa' los demás, no puede ser que anden contaminando todo por ahí.
Al final, hablé con mi jefe pa' ver si podíamos cambiar eso, porque no me parecía correcto que hubiera cosas pa' tomar y comer en el baño. Afortunadamente, me entendió y sacó esa repisa del baño, así que ahora me siento mucho más cómodo en mi trabajo. No más bacterias por aquí, gracias a Dios.
