Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

La casa grande

Era una noche de verano en el barrio alto de Santiago y yo estaba sola en mi casa. Mis padres se habían ido de vacaciones y yo había decidido quedarme para disfrutar de mi hogar en completa tranquilidad. Pero esa noche, todo cambió.

Empecé a sentir una presencia extraña en mi casa. Sentía que alguien o algo me observaba desde las sombras. Me sentía muy incómoda, pero no sabía qué hacer. De repente, empecé a escuchar ruidos extraños. Sonidos de pasos, de puertas que se abrían y cerraban, de objetos que se movían solos.

Me asomé por la ventana y vi una figura oscura caminando por mi jardín. Era una sombra que se movía con rapidez y sin rumbo fijo. Me dio mucho miedo, pero no podía dejar de mirarla. La sombra se acercó a mi ventana y me miró fijamente a los ojos. Yo no podía moverme, estaba petrificada.

De repente, la sombra desapareció y todo volvió a la normalidad. Pero yo no podía dejar de sentir que algo extraño había sucedido esa noche. No sabía si era una alucinación o si realmente había algo paranormal en mi casa.

Pasaron los días y seguí experimentando fenómenos extraños en mi hogar. Hasta que un día, encontré una carta antigua en el ático de mi casa. Era de una mujer que había vivido allí hace muchos años y que había fallecido en circunstancias misteriosas. Ahí entendí que mi casa estaba habitada por un espíritu que nunca había abandonado ese lugar.

Desde entonces, aprendí a convivir con el espíritu de mi casa. A veces lo siento cerca, pero ya no me asusta. Lo acepto como una parte más de mi hogar en esta casa antigua y gigante.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.