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El lado brillante de las cosas

Soy funcionaria pública en una localidad lejana a Santiago así que debo movilizarme todos los dias en mi vehículo para llegar a mi trabajo.
Mi cargo es una jefatura, la cual asumí desde junio de este año y no conozco a mucha gente de la cual trabaja en el organismo, sin embargo en una oportunidad me tocó toparme con una señora que estaba supliendo a quien nos ayuda con el aseo, en esa oportunidad me llamó la atención que al saludarla no me mirara a la cara y bajara su vista.

Un día cualquiera de vuelta al trabajo la vi que iba caminando por la orilla del camino cargada de bolsas y paquetes, a pleno sol y caminando a penas. Le toqué la bocina y me detuve para decirle que la llevaba y ella me respondió 'como me va a llevar Ud a mi', admito que me descolocó por un par de segundos porque no entendía a que se refería, pero le respondí 'y por qué no?. Subió a mi auto, le pregunté como había estado el día, conversamos del clima y un par de cosas más, andubimos alrrededor de 3 kms y antes de bajarse me dio las gracias, que nunca pensó subirse a un auto tan lindo ( no tengo un auto de lujo, para nada) y que menos que alguien como yo quisiera llevarla, que llevaba 3 años trabajando en el lugar y que se toda la gente del organismo nunca alguien había ofrecido llevarla siendo que los veía siempre pasar...

Cuando se bajó me sentí super avergonzada, avergonzada de vivir en una sociedad que hace sentir a la gente una mierda porque hacen el trabajo que nos permite hacer a otros nuestro trabajo.

Un día que me tocó ver como muchos funcionarios llegaban y pasaban por su lado y no la saludaban me di cuenta de donde venía su sentimiento de inferioridad.

En otras oportunidades me la he encontrado, sube con una sonrisa y cuando puede se arranca a mi oficina y me regala una naranja o me da un buen abrazo y me desea que sea un buen día. Cada vez que hace eso sé que será un buen día.



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