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La chica de los gatos.

Cuando tenía 20 y tantos me dio una depresión horrible, estaba sola estudiando en otra ciudad... atente contra mi vida, estaba tirada en la cama esperando morir y senti el maullido insistente del gato qué habiamos traido a la pensión, nadie lo iba a socorrer, sus maullidos fueron en aumento, me levanté de la cama enojada, como pude lo meti a mi pieza con comida para 3 o 4 días y me fui al hospital, sí me moria ¿quien lo iba a cuidar?

Me hicieron lavado de estómago, suturaron mis brazos le pedi por favor al enfermero que no informara mi intento de suicidio, debía volver a casa por mi gato.

Han pasado casi 10 años de eso, hoy soy profesional, tengo mi pareja estable hace 6 años y tenemos 20 gatos, los años después de mi intento de suicidio, empecé a rescatar gatos de la calle, tratando de devolverle la mano, a ese gatito que me salvó, y me permitio disfrutar la vida hasta el día de hoy, conoci a mi pareja en el camino del 'rescate felino' él es igual de loco qué yo, los ama con su corazón, profundamente.

Hace dos días tuvimos que practicarle eutanasia a uno de nuestros bebés gatunos, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, estamos destruidos, somos muy responsables con sus cuidados, aún así no pudimos hacer nada.

Lo laboral? El día después de, tuve que ir a trabajar como si nada hubiese pasado, con ojeras de 3 metros, por qué no dormi, no rendí en el trabajo, lloré todo el día, y los cuestionamientos eran 'es un gato no más' cada vez que veía mi polar lleno de pelitos, me largaba a llorar, quería estar en casa y abrazar a mis gatos, quedarme ahí tirada con la esperanza que la pena iba a pasar, pero gente, la pena no pasa de un día para otro, y no es solo un gato, no juzguen a las personas destruidas por la muerte de una mascota, para algunos son sus soportes emocionales y duele.



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