Qué no les pase
Hola soy el de la confesión #38534, les quiero agradecer de todo corazón a todos por sus palabras, leí comentario por comentario. La noche que escribí esa confesión estaba lleno de tristeza, aún lo estoy...
Al leerla otra vez me di cuenta de que omití muchas cosas y a varios le causó extrañeza, algunos sostenían que las “almas gemelas” no existen, pero yo hubiera dicho lo mismo hasta que me pasó. Me gustaría que todos pudieran experimentar algo tan mágico/extraño/inusual como lo que nos pasó a nosotros, a la “J” y a mí, tener la fortuna de encontrarte con una persona que te complemente afectiva y sexualmente, con ambiciones y anhelos iguales a los tuyos, con una conexión tan especial que baste que con solo una mirada cómplice y un asentir de la cabeza sientas que esa otra persona “te lea el pensamiento” esto es algo increíble.
Ya pasó un poco más de un mes desde que ella partió y duele tanto como en el momento que recibí la noticia, la extraño tanto... las cosas que dejó en mi casa, las trazas del olor de su perfume en algunas de mis prendas de ropa que se ponía, discusiones sin sentido por tonteras donde terminábamos riéndonos, el silencio extraño que hay al andar en el auto, incluso cosas que hacía solo para molestarme como cambiar la playlist mientras conducía (me concentro mucho cuando lo hago). Comer y esconder papeles de dulces en la guantera y zócalos de las puertas (el fin de semana mientras limpiaba encontré uno de los post-it que usaba en sus apuntes en el envoltorio de un chocolate muy bien doblado que decía “no te enojes, te amo =P” quizás de cuando estaba ahí) esto me sacó una especie de sonrisa triste... decidí que me desharé de ese auto ya que está lleno de recuerdos agridulces.
El día que se cumplió un mes le llevé un ramo de flores muy bonito le hubiese encantado estoy seguro, y me encontré con su mamá, tuvimos una conversación “cordial” dentro de lo que permitía la situación, me explicó sus aprehensiones sobre mí por la diferencia de edad, cosa que yo entendí totalmente y hasta hubiera compartido si hubiera estado en su lugar. Me dio detalles como la causa final del fallecimiento, que su cuerpo quedó en muy mal estado y por eso no a pude ver por última vez y de cierta forma hicimos las paces. Yo por mi parte le dije que me di cuenta que me atormenta no haber podido estar con ella en sus últimos momentos, tomarla de la mano o haber podido darle un beso de despedida, a modo de consuelo ellos tampoco pudieron. También me junté con su compañera que me llamó para avisarme, me contó un par de anécdotas de ellas y tuve la posibilidad de darle las gracias, me contó cómo fue la situación a modo de reconstruir la historia...de alguna forma y que si quería juntarme para hablar del tema no tenga miedo de contactarla.
Bueno retomar mi trabajo y la rutina, me ha servido algo para darle menos vueltas al asunto. También me he dado cuenta que soy un buen actor por que los pacientes y gente con la que trato no sospechan nada de lo que me pasa y mis colegas asumen que ya lo tengo medio “superado”, de todas maneras nadie toca el tema, aún no sé cuánto tiempo me tomará, pero esa amargura creo que te debe acompañar para siempre.
Si llegaron hasta acá gracias por leerme, siento que me extendí mucho, ojalá nunca tengan que pasar por algo así y cuídense mucho.