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No se puede confiar en nadie

Respecto de la confesión #35952... esto que leerán es cierto, pero algunos lugares y situaciones fueron cambiados para proteger mi identidad... a lo mea culpa...

Hace 4 años se jubiló el gerente de la sucursal donde trabajo y llegó uno nuevo, que venía de otra empresa con mucho más presupuesto que la nuestra, con otra forma de trabajo, otro pensamiento. El jefe anterior nos dejaba hacer lo que queríamos, era cosa que alguien diera la idea y el cartel en la puerta 'cerrado por inventario' ya estaba colgado en la puerta.

Todo lo que se hace se sabe, y en las oficinas centrales también lo supieron y mandaron a este nuevo jefe a poner orden. Las cosa es que era un personaje déspota, agrandado, si podía humillar a alguien para sentirse más grande, lo hacía sin ningún asco.

Con el pasar del tiempo, este personaje cambió su forma de trabajar con nosotros, siempre conservó la distancia, supongo que para que no nos supiéramos por el chorro, pero todo con mucho respeto. Todo fluía... Hasta que a nuestro lugar de trabajo llegó una mujer en remplazo de otra que se encontraba con licencia por guagua. Desde un comienzo se notaba que era conflictiva, era burlesca, si alguien no pensaba como ella, la agarraba con esa persona y la molestaba. Cuando iba pasando le gritaba tonteras, era la matona del curso en la oficina.

Su cargo estaba directamente relacionado con las compras y hace unos meses, uno de los proveedores le dio un 'incentivos' para que ella lo eligiera por sobre los otros. El jefe supo de esto y le pidió que los devolviera y automáticamente se transformó en su enemigo. Envió un correo anónimo a RRHH a nombre de toda la sucursal, acusándolo de maltrato en contra de todos, que los humillaba, que los gritoneaba, maltrataba, perseguía, que era un machista. Aunque lo hubiera hecho cuando el jefe recién llegó, habría sido exagerado. Conmigo tuvo 2 intercambios de opiniones, yo le expuse lo que opinaba, él lo que opinaba y ahí quedó todo, nunca más un problema, nunca me sentí perseguida ni acosada ni nada. Era solo un jefe que trataba de hacer la pega por la que lo habían contratado.

Esta mujer se obsesionó con joderlo y a los que estaban de su parte. Fue así como se metió a la oficina de contabilidad y se puso a revisar las declaración de viáticos, les sacó fotos y la envió a Santiago para demostrar que el jefe no estaba haciendo la pega. Con eso empezaron a auditar a las viejitas de contabilidad, a un compañero que declaró que rindió algo y no andaba en el sector donde se supone que iría, todos a punto de quedar sin pega porque la lindura se sintió atacada al tener que devolver la coima. Fue tanto lo que jodió al jefe, que este terminó con licencia psiquiátrica y ella paseándose por los pasillos diciendo que debemos agradecerle que nos libere de tal tirano. Está orgullosa de lo que hace, en Facebook publica que si alguien se mete con ella las paga bien caro. Ahora todos tenemos que andar pisando huevos por miedo a que uno pare a comprar un café y ella saque una foto e invente que nos quedamos geteando todo el día, ya no se sabe en quién se puede confiar, la oficina está dividida. Ni siquiera en los momentos más malos, cuando llegó este nuevo jefe.

Hay personas malas, pero nunca como la del pelo azul y la lindura que les cuento...



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