Hola y chao!
Siempre leo confesiones de los que atienden público ordinario que ni siquiera los saluda.
Me suele pasar al revés, dónde voy saludo, me despido y trato a las personas cordialmente con amabilidad y educación pero es muy común que nisiquiera se tomen la molestia de contestar, incluso a veces me miran como bicho raro
Siempre he pensado que la buena onda y la amargura se contagian, puedes tener un pésimo momento pero si alguien es amable contigo te ayuda a alivianar esa carga aunque sea por un momento peeeero la gente no coopera, no cacha que el trato es una cadena y que puedes hacer un tremendo cambio con algo tan pequeño pero con tanto valor.
Que fastidio saludar a algunos y que me miren con cara de poto como si se me hubieran arrancado los enanos al bosque, jajajaja...
Gracias a todos aquellos que se toman el tiempo de responder el saludo o devolver la cordialidad hoy la educación y la amabilidad están infravaloradas...
