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Dolor en el alma

Somos padres de un único hijo, pequeño aun, a quien amamos y cuidamos pero no sobreprotejemos. Es un niño sano física y mentalmente. Hablamos con él de todo, cuidando siempre de que todo vaya acorde a su edad. De muy pequeño siempre se le habló del autocuidado, y que nadie debe tocar su cuerpo, a excepción de nosotros como padres. Nos cuenta de sus actividades diarias en el colegio, de lo que aprende en clases, de lo que le gusta y disgusta de sus pares.

Creíamos que estaba todo bien...hasta hace unos días en que empezó a comportarse de manera no habitual. Se toca y mira mucho su pena, algo que veíamos normal, dada la edad, en que se ponen curiosos, pero aún así le decíamos que todo tiene un límite, que no puede andar tocandose a cada rato porque o se puede irritar o causar una infección, ya que si sus manos no están limpias eso podría pasar, o peor aún olvidarse que está con más gente y que lo cuestionen por eso.

Un día x le apareció como una mancha en su pene, no lo llevamos a medico pero si cuidamos de hacer un aseo más meticuloso, eso se le pasó al cabo de unos días. Pero ahora nos contó que 'un compañero le obliga a tocarle su pene y que se lo pone en el poto y le da besos en la boca, y que él también debe hacérselo a su compañero, y que si no lo hace lo acusará, que han sido varias veces, y que lo hacen en el baño'.

Somos de hablar las cosas de forma calmada y aunque en ese momento sentimos morir de dolor, le explicamos que eso no está bien, que no son juegos de niños, y que ante cualquier amenaza o maltrato siempre debe acudir a un adulto de confianza y a nosotros como papás. Todo lo que nos contó lo hizo llorando, lo calmamos y le dijimos que buscaremos ayuda (en el colegio) pero que nunca dude en el inmenso amor que tenemos x él. Llamé a su profesora y quedó muy sorprendido porque dice no haber visto ninguna conducta extraña, pero que lo comunicará a convivencia y que ésto se manejará con mucha discreción.

Siento pena, rabia, dolor porque como padres siempre hemos cuidado de él, hablándole de todos los peligros, ya sea en juegos (caidas) del respeto hacia otros, de sexualidad (vocabulario acorde a su edad) y aclarándole sus inquietudes. Siento que como padres no lo hemos hecho mal. Pero saber que aún así se ve expuesto a ésto por otro y de su misma edad. Si, quizás ese niño no es culpable directo, porque imaginamos que debe estar expuesto a algo así y que por eso lo repite, pero expuso a nuestro hijo a algo que ni en pesadillas imaginamos vivir.

Ahora debo esperar a que se active el protocolo del colegio, pero y mientras que hacemos con este sentimiento de dolor y desconfianza?. No queremos hablarlo con nadie para no recibir comentarios duros ni hacia nosotros como padres y menos hacia nuestro hijo hasta que se evalúe la situación también con el otro niño. Que consejos nos dan para enfrentar esta situación?.



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