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Un día si, otro no

Les vengo a confesar algo muy chistoso que me pasó hoy y sé, amigo mío, que lo leerás y volverás a reírte tanto como hace un rato.
Resulta que hace unas semanas me compré una faja colombiana, me costo carísima y era de cuerpo entero, o sea hasta unos dedos sobre la rodilla.

La empecé a usar para ir a la pega, pero no todos los días porque igual me aprieta y a veces me duele un poco. Resulta que la faja además de apretarte brigidamente la guata, también te levanta un montón el poto jaja agarra tu miserable trasero y te lo deja parado digna de bailarina de JLo. Yo la compré para que no se me arranque el rollo y poder usar ropa más ajustada, como es invierno no se nota.

Hoy, mi fiel amigo laboral, ese que almuerza todos los días conmigo, que se arranca a comprarse un pancito y me da la mitad para el desayunito piola, ese que me tiene toda la confianza del mundo, me dijo: Te analicé harto estos días, pero no logro llegar a una conclusión. Explícame, por que a veces se te ve tremenda raja y a a veces parece que te dieron su buen tablazo?

JAJAJAJAJAJ ay me reí tanto, no lo había pensado así. Piénsenlo bien antes de usar faja con poto, la mano es usarla todos los días o ninguno porque no falta el fijoooon jajaja.



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