La transformación
Trabajé varios años como prof de educación media en una ciudad pequeña. Un tercio de ese tiempo fue grato, buen ambiente laboral, buenos chicos en general, pobres empeñosos, alegres, sin trancas sicosociales casi. Pero los últimos 10 años se dieron in crescendo trastornos ahí.
Esto se hizo más cruento cuando los estudiantes y sus apoderados se fueron transformando en personas que ven al personal como adversarios a los que se puede agredir, acusar, insultar. Vino la pandemia y sólo nos relacionabamos por Internet con los pocos q asistían a esas clases. Este año renuncie por razones familiares y traslado, pero creo que no hubiese podido resistir la ola de agresividad que campea en esos establecimientos tras dos años de encierro.
Para muchos , tanto estudiantes como personal, son verdaderos purgatorios. No tengo ya isapre, ni fonasa, me vestiré de la ropa usada, vendo mermeladas, saquitos de lavanda, y aun tengo algún ahorro y apoyo incondicional de mi familia.
Estoy tranquila y contenta. Siempre rezo por los profesores y personal de educación y niños objeto de bulling. Esto pasa del gobierno q sea. Si tienen niños en lugares así y pueden, eduquenlos en la casa. Que den exámenes libres.
