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En pijamas

Yo soy una de esas hijas a las que la mamá iba en pijama a dejarme al jardín y al colegio.

Mi mamá fue súper negligente siempre conmigo. Le daba lo mismo tener sexo con su pareja en el mismo dormitorio donde yo dormía. Yo como niña curiosa me hacía la dormida y los veía. En la mañana así mismo se levantaba y me llevaba a clases.

Si yo iba limpia al colegio era porque mi abuelita que vivía en el mismo terreno se preocupaba por mi.

Me daba vergüenza. Muchas veces ví la cara de las tías o las profes aguantando los malos olores de mi mamá y de otros apoderados que llegaban en pijama.

El fin de semana me quedaba dónde mi papá y ahí era todo perfecto para mí. Los Lunes el y su pareja me llevaban a colegio. Se levantaban temprano, me trataban con amor. Un rico desayuno, conversación, risas, nunca me fueron a dejar al colegio en pijama. Y así y todo aunque estuviésemos con pijama el fin de semana nunca sentí un mal olor.

Más de una vez mi papá me ofreció pelear mi custodia. Pero en el fondo mi mamá fuera como fuera era mi mamá y me daba pena dejarla sola porque prácticamente vivía de la pensión que mandaba mi papá, ella nunca trabajó.

Me dejaba en el colegio y volvía a acostarse. La casa desordenada y sucia.

Ya en la pre adolescencia le dije a mi papá que ya no quería que ella me llevará al colegio, me daba vergüenza, y es verdad que las mamitas que llegaban en pijama olían raro.

Parece que sufrí un tipo de trauma con el tema. Nunca salgo con pijama ni al negocio.

La pareja de mi papá es educadora de párvulos y me cuenta cada cosa. Cuando me cuenta de estas mamás que llegan en pijama y vuelven a acostarse y tienen la caga en sus casas pienso en esos niños que vivieron lo mismo que yo y me da pena por ellos. Y yo veo que ella se levanta a las 5 de la mañana, que el Domingo lava y plancha todos sus delantales para estar impecable, que viaja dos horas para llegar a su trabajo. Y me parece insólito que estás mamás que viven al lado del jardín no sean capaces de por último lavarse y ponerse un buzo. Es una falta de respeto a las tías, a los profes y sobre todo a sus hijos, y lo digo porque lo viví desde mi perspectiva de hija, de la vergüenza que me daba, de los olores de mi mamá y otras que iban con pijama.

A los 20 años me fui a vivir con mi papá y su pareja. Aprendí que si el fin de semana vamos a andar en pijama primero nos bañamos y nos ponemos un pijama limpio. Y eso no es señal de andar hediondos. Yo entendí la confesión. No es tanto el pijama si no que es el olor corporal.
La pareja de mi papá me dice que hay mamás que dicen que se levantan a las 8 y llegan a dejar a los hijos a las 8:30. Obviamente esa mamá no se baño ni se cambió pijama. Y eso es una falta de respeto a la profesional que tiene que aguantar.

Después andan llorando cuando sus hijos se andan arrancando de ustedes.



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