Vengo a confesar mi rabia.

Mi hijo de 15 meses ingresó a sala cuna este mes.

A la semana suspendieron jornada pqe un niño salió covid +. Se supo que el apoderado estaba esperando resultados pqe todos tenían síntomas y aún así, existiendo esa posibilidad mandaba a su niño a la sala cuna.

A las dos semanas la educadora manda mensaje al grupo de wsp apelando a la responsabilidad de cada apoderado ya que hay un niño que lleva 3 días resfriado y lo siguen mandando, hoy un grupo de niños llegó congestionado. Que por favor sean concientes que uno enfermo puede contagiar al grupo.

Ese día mi niño llegó con moquitos que corren como agua. La tia me llamó para indicar que tambíen tuvo un poco de tos.

Fuimos a pediatra, le dieron jarabes, gotitas, inhalador y crema por la dermatitis que le causó en la zona por sonarlo a cada rato y que el moquito no deja de correr. Para qué hablar de lo caro que salió todo, pero la salud de un hijo no tiene precio.

Llevamos dos semanas en la casa pqe el resfrío no quiere soltar a mi guagua.

Menos mal había renunciado hace poco a mi trabajo pqe los horarios con el colegio de mi hijo mayor y sala cuna no eran compatibles, por que de lo contrario no sé como lo hubiera hecho.

Estuve conversando con otra apoderada sobre esta situación, su hija es menor así que le dieron licencia por hijo menor a un año. Ambas compartimos el malestar y la rabia por esta situación, pqe nos preocupamos de la salud de nuestros niños, doblemente en tiempos de pandemia sobre todo pqe los bebés no usan mascarillas por razones obvias y cada vez salen variantes más contagiosas.

Estoy enojada con esos apoderados irresponsables que mandaron a sus hijos enfermos al jardín y pusieron en riesgo a unos 14 niños más; a la basura todos los cuidados que tenemos en casa.