La del gimnasio
Seguimos con los malos pal agua... Siguiendo con las confesiones de gente cochina que no se ducha, cuento que iba al gimnasio todos los días en mi hora de almuerzo, corría para aprovechar cada minuto y alcanzar a hacer la rutina y luego ducharme para volver a la oficina.
Me asombró ver a mujeres que entrenaban en la misma clase que yo, terminaban completamente transpiradas, mojadas en sudor... y se ponían la ropa de la pega encima, sin pasar por la ducha, solo una secada rápida de alas y listo, se ponían la blusa, la falda, una cepillada rápida en el pelo y de vuelta a la oficina... OMG. Yo me quedaba a hacer la fila para la ducha, y si no había agua caliente, igual no mas, ducha completa como debe ser.
