Trabajo público

Trabajo en una prestigiosa institución pública. Como en toda Institución, tenemos asociaciones de funcionarios que velan por defender nuestros derechos, periódicamente nos reunimos y se invita a todos los funcionarios, quedando excluidos directivos (por motivos obvios), pero su subalternos cercanos de igual manera participan.

Hace unos días tuvimos asamblea y realicé una intervención donde saqué aplausos. Hoy, fui citado por un jefe medio a hablar en privado, había un “sapo” en la asamblea; en la reunión, este jefe medio me comunica que los directivos están furiosos conmigo por la intervención que realicé, indicando lo que específicamente hablé y que me tengo que “controlar”. Siempre he sido respetuoso, me reconocen por mi buen desempeño, pero también velo por el trato justo en nuestro trabajo. Esta vez siento que están buscando amedrentarme, casi como una amenaza para que me calle y no incite a otras personas, pero yo no tengo miedo y ya tomé medidas para resguardarme.

Lo más paradójico de todo es que parte de esos directivos son de ciertos partidos políticos que se hacen llamar de “izquierda” y buscan “defender” a los trabajadores. Pero ahora estoy aquí, teniendo que bancarme amenazas blandas.

Nunca tengan miedo de expresarse, de asociarse y defender lo que les parece realmente justo. Costó muchos años poder volver a reunirnos y hablar sin temor, que nadie les quite esa libertad.