En las redes sociales
El viernes 31 de diciembre tuve una entrevista por videollamada para un cargo administrativo y hoy lunes 3 de enero veo que en mi lista de Facebook de 'personas que quizás conozcas' aparece la psicóloga laboral que me entrevistó, ¡y justo de las primeras! Por privacidad la bloqueé y también de mis estados de WhatsApp, ya que considero que lo que haga con mi tiempo libre es mi asunto y lo laboral es aparte.
De los trabajos que he tenido, con suerte tengo entre 2 a 3 personas de cada uno de ellos, excepto de unas pocas pegas porque me valen verga. Sí, ya sé: las rrss las ven muchas personas y en esta era tecnológica nada es privado, aunque creo que separar vida laboral y vida personal es sano y equilibrado. No todo el mundo tiene que conocerte y cada quien es responsable de elegir a quienes admite en su vida real y/o virtual.
Hace unos años leí aquí mismo la confesión de un reclutador aconsejando colocar nuestros perfiles en privado para evitar ser sapeados por ellos. Entre los comentarios que leí, muchos reclamaron lo mismo que yo, además de que no debían meterse en nuestros asuntos. Si bien es cierto que a través de una foto y un perfil puedes conocer a las personas, sobretodo si posees cierta preparación académica y profesional, como una intuición bien desarrollada, no siempre es así con un perfil.
Conozco gente que publica su vida entera y en la realidad tienen la pura cagá, mientras que las personas más reservadas simplemente viven, hacen sus cosas y rara vez suben fotos y comparten sus panoramas. Y qué decir de ambos extremos (los muy prudentes y los que publican muchas weas para ser interesantes), pero que están en asuntos turbios, como las familias perfectas donde uno de los dos caga a su compañero, apuestan mujeres, están metidos en drogas, negocios ilícitos, etc. Hay quienes comparten memes por diversión y te alegran el día aunque estén tristes, otros comparten sus viajes, estudios y proyectos, cosas que es bacán y te inspiran a trabajar por tus sueños. Hay algunos que llaman la atención y se molestan por los que suben sus cosas porque se sienten amenazados y opacados, pero cuando te ven por la calle bajan la cara, etc. En internet hay de todo.
Reclutadores, sé que son buenos en su área, pero entiendan que no todo lo que aparece en rrss es cierto. Aunque no cacho de psicología, ni soy detective ni perfilador como los de las series de netflix y de tv cable, puedo compartirles un par de casos:
En 2015 conocí a un tipo de Viña del Mar que era el ejemplo de su familia, hasta que le pillé otro perfil en el que tenía puras fotos de planetas y galaxias, pero la gran mayoría de sus amigos de Facebook eran puras minas entre 14 a 17 años y la hermana mayor que aprobaba el asunto, todo porque el wn estaba enganchado de su prima y casi se mató por ella. ¿Lo laboral? Luego de disolver su empresa de ingeniería, se convirtió en gerente de una empresa de gas ubicada en Maipú, esa de las llamitas azules. Cuando supe esa wea lo mandé a la ctm, sobretodo porque tengo primas menores.
El otro ocurre en un pueblo lejano de Santiago, donde un secreto a voces dice que el gestor cultural se mete con un machi. Ambos son gays de clóset, el machi odia a las mujeres y dice venir de Argentina, pero en el Diario Oficial aparece que es más chileno que los porotos y se cambió el apellido a uno mapuche. Sea real o no es wea de ellos, pero a vista de todos son el ejemplo a seguir.
¿A alguien más le han sapeado el muro ó estados de WhatsApp después de una entrevista? ¿Qué hicieron? ¿Hay alguna ley que trate esta wea? Me gustaría conocer sus historias y como abordaron sus casos. Gracias por leer.