Con el corazón roto
Leyendo las confesiones sobre hijos ajenos, me animé a contar mi experiencia
Cuando conocí al que es mi marido supe que tenía una hija (de menos de un año en ese tiempo). Desde el primer momento tuve la mejor intención de ser la madre que ella no tenía, pero al casarnos mi marido decidió dejar a su pequeña al cuidado de su abuela paterna, ya que él pensaba que el cambio sería muy brusco y le podía afectar (ya tenía 4 años). Al ir pasando el tiempo la niña comenzó a cambiar y cada vez mostraba más rechazo hacia mi y después hacia su hermanita que nació cuando ella tenía 5 años. Entonces a mí se me ocurrió convencer a mi marido para que se la llevara a vivir con nosotros. En mi mente yo creía que era lo mejor porque así ella crecería en una familia de papá y mamá, forjaría lazos con sus hermanos (ya había nacido mi segundo hijo) y no crecería pensando que su papá la abandonó.
Fue super difícil por mucho tiempo. Ella mostraba una especie de rabia con mi hija mayor. Cada vez que podía le pegaba, la ignoraba, le decía que no la quería, que no eran hermanas. Mi hija sufrió y yo más encima deje de ser tan cariñosa con ella para que su hermana mayor no se sintiera menos querida. Me costó mucho, pero con los años ella fue cambiando y era una hermana más cariñosa, quería sobre todo a sus hermanos más pequeños (tengo 4 hijos).
El problema también fue que mi esposo desde que llegó la niña a vivir con nosotros nunca la corregía, nunca veía como ella se portaba. Los malos modales, los enojos sin motivo, no quería hacer tareas ni estudiar, mentía constantemeysin motivos. Todo eso me lo banque sola. A mí me tocó corregirla, retarla o castigarla. Yo, de verdad que con la mejor intención siempre, la trate con una hija más, nunca hice diferencia con ninguno, en todo sentido trate de mostrar igualdad en el trato con todos mis hijos.
Ahora ella tiene 19 años. Nos estábamos llevando mejor que nunca (eso creía yo). Conversábamos de temas privados sin problemas y ella cariñosa conmigo y yo también con ella. Sentía que todo lo que pase en los años anteriores había valido la pena porque ella ya estaba más madura y se estaba convirtiendo en mi partner.
Éstas vacaciones se invierno se fue donde su abuela ( cosa que regularmente hacia y de dónde siempre volvía cambiada, cómo enojada) y nunca más quiso volver.
Converso con mi marido y le dijo que ya no quería vivir conmigo, que yo le había echo daño y que necesitaba sanarse de mí. Todavía me cuesta asimilar lo que pasó, no entiendo por qué hizo eso. Sé que la relación fue difícil pero yo siempre lo ví como algo natural, los niños son mañosos o inquietos y ella no fue la excepción. Para mí eran etapas normales que pasamos y dónde yo siempre la corregí como a cualquiera de mis hijos. Pero al parecer a ella le afecto o por lo menos eso dijo. Mi marido se peleó con mi suegra cuando pasó eso, porque mi suegra decía que yo mandaba mucho a su nieta, que yo no la dejaba estudiar porque ella debía hacer cosas en la casa y todo eso no es así. Ella generalmente era súper hacendosa y hacia cosas sin que yo le dijera y eso me tenia bastante orgullosa (que ironía) y siempre que estaba encerrada es su pieza en clases o estudiando jamás la molesté para nada. Y por lo general se lo pasaba encerrada con sus cuadernos.
Así que aquí estoy, con el corazón roto de hace 5 meses, ella jamás me ha vuelto hablar y yo tampoco he buscado hablarle porque quería darle su espacio y esperar que ella quisiera conversar conmigo.
Me duele el alma porque para mí fue como perder a mi hija mayor y estuve con una pequeña depresión los primeros meses, cosa que he tratado de superar por amor a mis otros hijos.
Se que cometí errores, cómo cualquier mamá los comete. Nadie nace sabiendo ser madre. Pero nunca fue con mala intención. Siempre quise que se sintiera una más.
Aclaro que desde un principio ella quiso decirme mamá y ovbio para mí fue algo lindo. Ahora cuando me nombra al hablar con mi marido solo le dice a él 'su esposa'.
No puedo parar de llorar cada vez que se me viene todo este tema a la mente. Solo espero poder superar esto algún día.
