La nieta
Hace 6 años hice mi práctica, inicie en septiembre y terminaba a fines de diciembre, me incluyeron en todo lo de fin de año incluido el amigo secreto.
Me salió el director ejecutivo, mala cuea, que le regalaba, no tenía Plata, no para el 8 de diciembre nos dieron fin de semana largo y me fui con mi familia donde mi tata al campo entre Santa Cruz y palmilla. Conté que estaba súper complicada con que regalar y mi tata me dijo yo tengo algo y regreso con dos botellas de vino.
Mi tata trabajo toda la vida en las viñas y tenía en su casa muchos tipos de parras y hacía vino y pípeño artesanal, no lo vendía pero a quien pasara por su casa le servía una cañita de vino mientras conversaba (tampoco nunca lo vi curado, siempre era de conversación).
Yo siempre sentí que el vino de mi tata era súper rico, es más solo Romana algo cuando lo iba a ver por que sentía que los vinos de acá eran malo.
En resumen las botella de mi tata estaban envasadas, no tenían etiqueta pero me contó toda la historia del ensamblaje que había hecho con las uvas de su jardín, estaba súper orgulloso, dijo que los tenía para una ocasión especial y me los daba para que quedara bien con el regalo.
Asumo que las recibí y no sabía bien si regalarlas, al final me decidí, cuando llegue a Santiago llame a mi tata para que me comentara de nuevo lo de las cepas del ensamblaje y lo anoté en una hoja tipo pergamino para que se viera bacan.
El día de la entrega de los regalos entregue mi regalo y el director ejecutivo dijo que era un amante de los vinos y le intrigaba probar esos vinos sin etiqueta, me pregunto por que no tenían etiqueta y le conté que mi abuelo los había hecho.
Cuento corto cuando me titule me ofrecieron volver a trabajar ahí, fue al año siguiente. El director ejecutivo me dijo que el vino era de gran calidad y de ahí que compraba todos los años 4 vinos a mi tata para fin de año, me pasaba un sobre cerrado para el, nunca súper cuanto había en el sobre, mi tata Nunca quiso cobrar por sus vinos así que era más bien un aporte. Pero el viejito se quebraba contándole a todo el mundo que su vino lo tomaba un alto ejecutivo de Santiago donde trabaja su nieta y le encantaba decir que gracias a él yo tenía trabajo, era divertido escucharlo.
Este año falleció mi abuelo por COVID, en enero. Fue súper duro. Hace poco en la oficina me topé con el director ejecutivo y me dijo que aún le quedaban algunas botellas del vino de mi abuelo, que las estaba guardando cómo reliquias. En la casa de mi tata aún quedaba del último vino que hizo, mi mamá dice que lo guardemos como recuerdo y para momentos de especiales para que así esté con nosotros.
Me gusta pensar que alguien valoro el trabajo de mi tata, con su vino artesanal. Yo siempre lo recordaré con su cañita de vino conversando de sus temas del campo, del clima, del agua, de la cosecha y su alegría...
