Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Historias de radiotaxi

Trabajaba en radiotaxi como operadora y confieso que gran parte de los taxistas son lachos y lanzaos a morir! Habia de todo eso si, caballeros bien amables y buena onda, pero otros entero de lachos y lanzaos

Cuando tenía turnos de noche, los que tenían libre llegaban a la oficina con botellas de ron, pisco, cervezas o lo que fuera a ver si enganchaba. Como no los pescaba se iban haciéndose los tontos, pero otra operadora siempre prendia hasta con agua y cuando la pillaron la echaron con viento fresco a ella y al chofer! Ajajajaj...

Y los que sí estaban de turno de noche y salía una carrera se demoraban en llegar porque andaban gozando en algún mirador o el aeropuerto aprovechando el auto ¡ellos mismos contaban!

Sabían que estaba casada (aún estoy y con el mismo) pero igual habian varios que eran cargantes de invitarme a salir piola me decían ellos, a la disco y después al motel... Obvio que nunca acepté, les paré los carros y los acuse al jefe la hice corta y no me molestaron mas
Otro chofer una noche no llegó donde se le solicitaba y apagó su radio toda la noche porque conoció una mina que le pidio una carrera y le saltó la liebre «all nigth long» y apareció al día siguiente con el auto hediondo a rodilla... ajajajaj! lo supimos porque otro chofer (que estaba libre) llegó a gozar al mismo mirador y se le cayó el cassette, y porque el auto llego hecho un chiquero y tuvo que confesar el motivo de su abandono de labores.

A ese también lo echaron con viento fresco porque no era la primera vez que un «amor espontáneo» llegaba a su auto.

Lo último antes de despedirme, es que gozaban con la canción de Arjona y cuando iba a la central yo la ponía en mi celular y la contábamos a todo pulmón para reirnos un ratito.

Tengo hartas historias más pero las dejaré para otra ocasión



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.