Todo esfuerzo vale la pena
Viví casi toda mi vida en casa de mi abuela, parecía la vecindad del chavo, vivíamos cómo 15 personas en esa casa, turnandonos para ocupar un baño, con mis papás vivíamos en una pieza donde todo estaba junto hasta las camas, no existía ningún tipo de privacidad ahí. Yo soñaba con tener una pieza sola, una casa para recibir a mis amigas, no teníamos ni sillones.
Siempre ví a mi papá pegarle a mi mamá y rogaba al cielo que se separaran, mis plegarias fueron escuchadas cuando cumplí 18 años, por fin mi mamá se armó de valor y echo a mi papá de la casa. Empecé a trabajar, ganaba 170 mil y pagaba mis estudios, 130 mil, lloraba a veces porque me quedaban 40 lukas pa vivir el mes.
Jamás me rendí, me iba bien en los estudios, saque una ingeniería y encontré una buena pega, siempre le dije a mi mamita que algún día nos iríamos de ahí, con esfuerzo me compré un auto, y conseguí un arriendo, cuando tenía 25 años nos fuimos con mi mamita a otra comuna a vivir solas, porfiin! Tenemos una casa linda, recién a los 25 años supe lo que era tener una pieza sola y baño dentro de la casa, lave la loza con agua caliente por primera vez después de tantos años cagandome de frío en un lavadero. Con esfuerzo todo se puede, ahora tengo 32, buena pega y soy feliz. Todo esfuerzo hoy se resume en cosas simples pero gratificantes. No dejen de creer, no dejen de esforzarse.
