Con final felíz
Continuación de la confesión #22752 sueño cumplido.
Como pidieron el final de la historia, pues después de pegarle a mi jefe, vino un juicio en donde se comprobó el acoso laboral y por lo tanto, no perdí mis años de servicios, me tuvieron que pagar todo.
Pero eso fue un regalo divino, pues al momento en que crucé el límite y me las di de boxeador yo estaba dispuesta a perder cada peso por una satisfacción moral.
Nadie se esperaba de mi una reacción así, porque nunca fui una persona prepotente, soy flaca, pequeña y femenina jajajajja.
Y valía cada peso el sentirme vengada, yo hacía justicia por mi y por los demás, así a la a antigua cual duelo de caballeros, perdía mi finiquito pero ganaba dignidad.
Según supe después lo tuvieron que trasladar pues nadie lo volvió a respetar.
Fue un final feliz para mí.
