Cuando la pobreza toca a la puerta, el amor salta por la ventana
Recuerdo hace cinco años era gerente de una gran empresa. Tenía a mi disposición más de 700 plazas, me sentía feliz de mis logros y mi vida.
En fin, me enamoré de una gran mujer, me casé y me mudé de país. Tuve que conformarme con ser 'amo de casa' esperando pronto validar títulos para aspirar a un empleo en el nuevo país. Mi esposa se encargaba de los gastos. Yo de todo lo demás. Dos años después, no he podido encontrar empleo, estoy harto de esperar y esperar, y lo del covid empeoró todo. Me he frustrado y decepcionado. La relación no va bien. Tengo ganas de irme de regreso a mi país y olvidarlo todo.
No soy de los que se conforman. Y al parecer mi relación ha sido afectada por todo esto. Es real lo de: 'Cuando la pobreza toca a la puerta, el amor salta por la ventana'.
