Tengo epilepsia desde los 11 años y ya tengo 35 en mi vida laboral que ya son 17 años he trabajado solo en 3 partes en la primera que dure 10 años nunca tuve ningún episodio y por consejo de mi madre que siempre se ha sentido “avergonzada de mi padecimiento” no se lo conté a muchos, aunque creo que después de 10 años todos lo sabían. En la segunda empresa estuve 3 años e hice lo mismo, pero ahí nunca nadie supo. Siempre he asumido esto bien porque si me tomo los medicamentos como corresponde todo está OK. Pero igual hay otras cosas que influyen en el trabajo que estoy ahora en cuanto entre se lo conté a mi jefe, quien resulto ser súper comprensivo y estuve bien hasta que a mi Doctor se le ocurrió bajar la dosis de mi medicamento de 20 años y tuve por primera vez en mi vida una crisis fuera de mi casa, mi jefe lo tomo todo con calma y no paso a mayores, pero la prevencionista y el gerente querían acolchar toda la oficina. Al tiempo se les olvidó todo. Pero hace poco volvió a pasar y ahora mi comprensivo jefe no está y trajeron a alguien que no sabe nada del trabajo ni de esto que me aqueja, por lo que se asustó y armo el medio escándalo (y estaba enterada porque yo se lo había dicho) ella tuvo la genial idea de que debo avisar donde este (baño, casino, etc.) porque no puedo ir sola a ninguna parte dentro de las instalaciones. La Empresa se hace la que está muy interesada en el bienestar de la gente, sin embargo abren tarde todos los días y en ese intertanto algo me podría pasar afuera, pero el real interés es que no le suba la prima por los accidentes de trabajo. Me dice que él no me quiere perder porque soy una excelente profesional, pero aun así a pesar de tener la experiencia y los estudios necesarios para poder postular a la jefatura de mi área no se me permitió y ahí comenzó a correr el rumor de que nunca me dijo porque no podía postular (siendo que la promoción interna es una de las mejores herramientas de motivación de la empresa) Es súper estresante esto porque todos comentan que no me permitieron postular por mi “condición de salud”, con la que yo estoy acostumbrada a vivir.