Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

No se me nota

Trabajo en una empresa constructora como administrativa, soy bien chica (de edad) pero me ha ido súper bien. No se si ha sido la suerte o que cosa, pero he conseguido un buen pasar antes de los treinta y eso me tiene super feliz.
Mi pega queda en el sector oriente, por lo que todas las mañanas me convertía en sardina para llegar.

A veces me pregunto cómo cresta vive tanta gente en Santiago.

La cuestión es que estaba esperando el metro en Baquedano un día, con los fonos puestos y media paveando, cuando veo que detrás mío se pone un gallo de esos que van trajeados. Me acuerdo qué era joven, alto pero no tanto y olía a perfume, de hecho por esa razón le pegue una mirá rapidita así como que no quiere la cosa.

Cuando llegó el tren este gallo como que se movió y al entrar no sé si intencionalmente o no quedó detrás mío, con toda su cosa pegada en mi trasero. Una cacha esas cosas, soy bien potona así que no es primera vez que me pasa, pero no sé porqué ese día como que andaba con la maldá y me quedé tranquilita, como que me dio curiosidad pensar hasta donde sería capaz de llegar.

La cuestión es que como este gallo vio que no hacía nada se empezó a pegar más, y weon, se le empezó a parar la wea y no sé si era por la tela de su pantalón o qué pero se sentía enorme!!! Un poco más y le sentía las venas.

Pucha, una no es de fierro, así que se imaginan como iba. Más encima se movía como que no quiere la cosa y en cada movimiento me ponía más babosa.

Nos fuimos haci hasta Tobalaba, donde la cuestión se vació y el muy respetuosamente (o con miedo a que lo pillaran) se movió un poco hacia atrás. Dos estaciones más se bajó y jamás lo volví a ver.

Desde ese día mis deditos nocturnos recuerdan a ese mijito rico y su perfume, me empecé a vestir más provocativa a ver si volvía a pasar, pero si bien sentí algunas manos o roces nada tan fuerte como eso. Creo que se convirtió en mi fetiche secreto.

Una vez un weon me levantó el poto de un agarrón y una señora lo agarró a chuchas, lo bajaron del carro y yo me tuve que hacer la ofendida, pero tuve que llegar derecho al baño a hacerme nanais porque no me calmaba con nada.

A veces me siento mal porque se supone que no me debería calentar ese tipo de situaciones, pero mientras más lo imagino más ganas me dan de vivirlas :(.

Soy una mina normal, no ando de ofrecida por la vida y siempre me catalogan en la pega como una mina piola, si supieran lo degenerá que es la de conta se caen de espaldas.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.