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La pasión nubla el futuro

Soy una apasionada, cuando me gusta algo me enfoco tanto en eso que pierdo hasta la noción del tiempo y espacio.

Soy ñoña, introvertida, me gustan los libros, siempre fui matea, pero jamás chupapico de los profes o, después de los jefes en la pega (un poco volada/un poco “no estoy ni ahí” pero muy responsable, ante todo). Estudié una carrera social, un poco para sacar personalidad, y la verdad me gustó mucho el área, salí con el 1° lugar de la promoción, pero, ¡sorpresa!, deje curriculum por el mundo y nadie me llamo, un año cesante.

Estaba desesperada, pero Face me salvo, alguien publicó que necesitaba trabajo y copuchentamente vi en los comentarios que en una Muni cercana estaba contratando gente. Partí al día siguiente, sin mucha esperanza, no conocía a nadie, me entregaron un material de estudio, si pasaba la prueba partía la semana siguiente. Pasé la prueba, pero me contrataron por mi 4° medio, ganaba $220.000.- mensual, trabajaba como mula de lunes a sábado jornada completa. Ahí comenzó el abuso, pese a que me pagaban como administrativo tenía que hacer pega de profesional, sí, para unas cosas validaban mi titulo y para otras no.

Como no tenía otra experiencia de trabajo decidí aguantar. Pasaron 8 meses aprox. y me subieron el sueldo como profesional (pero siempre honorarios), así estuve casi dos años. Luego me trasladan a otra unidad de trabajo, me siguieron pagando como profesional (honorario), jornada completa (lunes a viernes), y pasó algo inesperado, me enamore, siii me enamore de esa pega, me dio la oportunidad de aprender, de investigar e interactuar con la gente en un ambiente tranquilo, me sentía feliz (aun de echo).

Mi pega me gustaba tanto que buscaba formas de mejorar los procesos, de ayudar más a los usuarios, y la gente pedía atenderse conmigo, tenía mi agenda llena de casos que atender y mis otros colegas casi nada, pero a mí no me importaba porque lo hacía feliz y al parecer transmitía esa energía en lo que hacía.

Me esforcé por aprender más, realicé cursos de perfeccionamiento en el área pagados de mi bolsillo, saqué una licenciatura (1° lugar otra vez). En ese lapso mi jefa se enfermó, y me pidió que me quedara temporalmente a cargo de la unidad, esa decisión no fue bien acogida por mis otras colegas (son mayores en edad y experiencia que yo), pese a todo la pega se siguió haciendo bien y me esforcé por tener todo en orden (nunca me subieron el sueldo como encargada), pasó más de un año y regresó mi jefa (solo su cuerpo, porque su mente estaba en otro lugar), así que tras bambalinas tenía que seguir apoyando la labor de coordinación, así estuve otro año, hasta que mi jefa renuncia y me dejan subrogando por dos meses hasta encontrar a alguien de confianza.

Llegó el 2020, sin pedirlo me mantienen en el cargo, pero no me suben el sueldo por redistribución de recursos por pandemia (lo entendí); comienza 2021, pedí aumento de sueldo (acorde a la función que cumplo) y salen con que no fue aprobado por weas burocráticas. El día que me avisaron, la verdad no pesque porque estaba inmersa atendiendo un caso, pero a la mañana siguiente cuando estaba en la ducha me acordé del tema y recién entendí que se me venía otro año lleno de responsabilidades, de poner el pecho a las balas, de recibir la prietas por mantener en pie la oficina, y sin un peso extra, mientras mis otras colegas se ocupan de resolver solo sus casos, y ganamos todas lo mismo.

Lloré de pena e impotencia, lloré por lo tonta que he sido todos estos años, porque mi pasión por la pega me nubló la vista en mi propio bolsillo, porque en mi querer hacer las cosas bien perdí tiempo de estar con mi familia, ese día mientras lloraba mi marido me dijo lo triste y solo que se ha sentido mientras yo paso horas trabajando en las tardes y los fines de semana (menos mal no tenemos hijos). No aguante más, pedí audiencia y hable con mi jefe máximo, expuse todo lo que pasó, todo lo que siento, la injusticia que han hecho conmigo, incluso le comenté que estoy cursando un magister con beca ANID (porque con mi sueldo nica). En esa reunión dejé el cargo a disposición porque ya no aguantaba más, ahí me enteré que mis colegas de la oficina estaban pidiendo hacerse del cargo porque tenían más experiencia que yo (sobre todo en sacar olímpicamente la vuelta), pero con aumento de sueldo (obvio, ni tontas), sin embargo, me ratificaron (verbalmente) por este período, y me dieron un par de aspirinas asegurando que el aumento de mi sueldo va si o si, pero más adelante, ¿Cuándo? Ni idea.

En fin, por lo menos la beca que recibo me deja unos pesitos extra así compenso mi fantasmal aumento de sueldo, ahora quiero terminar mi magíster y ver si puedo acceder a otras pegas, aunque me duela dejar esta que tanto cariño le tengo. Y para concluir mi descargo, así es como se fugan los buenos profesionales de los servicios públicos y van quedando esos que sacan la vuelta, esos que se esfuerzan por no atender a la gente, esos que tratan mal a los usuarios, esos que son el tío/primo/amigo/pareja de este o el otro... la consecución de una cultura y una mala práctica que lamentablemente caracteriza a los servicios públicos.



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