No escupa al cielo
Bueno, yo también me quiero descargar... Yo era re pobre de niña, en mi familia (si se le puede llamar así), cual de todos era mas chalado y pasaba siempre sola. A pesar de todo, salí 'habilosa' como decía mi abuelita y siempre me iba bien en el colegio, teniendo las mejores notas, así que mi vulnerabilidad pasaba piola para los profes.
Como pasaba sola y el colegio no se fijaba en mí, de chica me puse a buscar afuera lo que no encontraba en la casa, allí no estaba segura. De chica chica po, de la básica. Me iba a cualquier parte después del colegio con tal de no llegar a mi casa, me gustaba fumar, tomar y si había que vacilar por ahí con los cabros igual iba (en esos tiempos la cosa era más piola, en estos tiempos estaría realmente loquilla). Pero cuando no había vacilón, me iba con la primera compañera que me invitara a tomar once. Empecé a ir harto a la casa de la pepita, ella tenía una familia bien constituida, su casa era linda, daban rica comida (en mi casa ni había), la pepita era la más piola del curso, me divertía en buena con ella, con ella hacía las cosas de mi edad. Un día la pepita me empezó a evadir y me dijo que su mamá le había prohibido juntarse conmigo, que ¿acaso yo no tenía una mamá que se preocupara por mí ? Que siempre andaba por ahí de casa en casa después del colegio, yo era mala influencia (yo nunca lleve a la pepita a ningún lugar transfugo). Se me rompió el corazón, a mis 13 años, no era culpa de la pepita pero quedó ahí grabado.
Después a los 15, tuve un pololo que 'amaba', duramos más de un año y me pateó. Me dijo que su familia nunca me iba a aceptar, porque yo no tenía futuro, que yo solo quería un hombre para que me mantuviera y me sacara de mi casa. Para llenarme de críos. Y que él tenía todo una vida por delante, sería profesional y exitoso...
Resulta que cuando tenía 22 años, iba por la calle super apurada a mi práctica universitaria y una señora grita mi nombre super fuerte en la calle. Me costó mucho reconocer quien era y me dijo 'soy la mamá de la pepita', me interrogó de mi vida en dos segundos y le conté que estaba terminando la U. Le pregunté por la pepita y me dijo que había tenido un bebe en segundo medio y que ya iba para el segundo. Que estaba de dueña de casa, 'se perdió la cabra weona' me dijo.
Ahora ya estoy en los treintaysiempre, me entere hace poco que mi ex estudio po! Como 5 años después de salir del colegio empezó y se demoro 9 años en titularse. Aún no encuentra pega en lo que estudio.
De la Pepita tengo buenos recuerdos, ella no tuvo la culpa de la mamá penca, prejuciosa y pacata de los 90, que se pegaba en el pecho y escupia al cielo.
Debo reconocer si, que la larga trayectoria estudiantil de mi ex igual me da algo de sensación de justicia, porque me humilló el y su familia, por ser pobre y tener una familia de mierda. Podría haber sido más piola para terminar.
Lo laboral aquí es que uno debe creerse el cuento, no importa de dónde venga. Hoy día yo tengo una pega medianamente buena que me permite una vida de clase media, muuuy lejana a mi vida de mi niñez, sin apellido y sin pituto, solo con estudio y convicción y karma quizás. Cuando me pasaron estas cosas que me marcaron siempre pensé que la vida no podía ser tan penca y debía devolverme la mano.
No hay que escupir nunca al cielo, ni mirar en menos a nadie, que la vida da muchas vueltas.
