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Madrugadora

Acabo de leer la confesión de las huellas marcándose en el piso mojado afuera de la morgue. Ahora soy dueña de casa, pero trabajé en un lugar muy grande y, aunque mi jornada laboral empezaba a las 8:30, me gustaba llegar antes de las 8 para preparar mis tareas con toda tranquilidad. Trabajaba en un edificio que se mantenía con llave a esa hora, y éramos muy pocos los que teníamos llave del acceso principal. Al entrar debía dejar con llave otra vez.

Esa mañana me senté por un momento en el puesto de la secretaria, que daba a esas puertas batientes con un vidrio. De pronto vi pasar a un hombre joven, de pelo claro y un poco largo. Iba de derecha a izquierda. Bastó un instante muy pequeño para darme cuenta de que hacia la izquierda habían otras puertas batientes... cerradas con llave también. Nadie circulaba a esa hora en ese edificio, salvo yo, que iba directo a la oficina donde trabajaba.

Me levanté de la silla y caminé a las puertas. Salí al pasillo. No había nadie, y las otras puertas estaban cerradas con llave. No eran más de tres metros de distancia, era imposible que alguien las hubiese abierto, pasado y cerrado en los pocos segundos que me demoré en salir al pasillo. Volví a entrar (era un laboratorio), pero esta vez le puse llave a las puertas. Y allí empezó el verdadero show. Había una entrada lateral, y unas 4 personas teníamos llave de allí. Se sintió como si abrieran esa puerta y se escucharon pasos entre los mesones del laboratorio, y encendí las luces. Estaba sola !!! Rajé a la oficina de mi jefe, y me encerré allí con llave hasta que empezó a llegar la gente a trabajar. Después de eso, cada vez que llegaba, cerraba con llave las puertas que daban al pasillo, y prendía todas las luces del laboratorio. Fue la única vez que me asusté, y la única vez que vi a ese joven.

Escuché que él se dejaba ver de vez en cuando en ese edificio. A veces salía muy tarde, me tocaba cerrar la oficina y caminar a oscuras por el lugar, pero nunca más lo volví a ver.



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