Yo soy de las personas que se ríen de cualquier cosa.
Tengo ciertos gatilladores de risa, que me hacen reír a carcajadas sin parar, lo cual es bastante incómodo.
Unos de ellos son las lengüitas de gato, ya sean de chocolate o galleta.
En mi trabajo antepasado, teníamos reuniones semanales con nuestros equipos de trabajo (éramos todos ingenieros). Cada martes le tocaba a un integrante el desayuno (galletas, jugos, etc). Un martes, un colega tuvo la estupenda idea de llevar galletas lengüitas de gato...
Cuando nos sentamos a conversar con mi equipo, y vi las galletas, mi mente comenzó a proyectar su proceso de fabricación. Para que tengan una idea, se parece al capítulo de Los Simpson cuando la familia va a Japón y Lisa apunta hacia la fábrica de Hello Kitty, y se escuchan maullidos y explosiones.
Comencé a reír disimuladamente, intentando que mi jefe no lo notara... hasta que no pude más y pedí permiso para ir al baño, donde exploté en carcajadas, tantas que me dolió la espalda.
Todavía estaba medio congestionada cuando volví a la oficina, y tuve que hacer un gran esfuerzo para no volver a mirar las lengüitas de gato.
Miau
