Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Con una pizza en la mano

Bueno aquí va mi 'confesión' y estoy al tanto de que es en un sitio público, así que no me voy a picar ni hacer un post respuesta.

Conocí a mi pareja en el trabajo, en áreas distintas. Él es de una empresa de marketing, es publicista y antes era modelo en temas de playa, etc. Se cuida mucho el muchacho y es lindo de cara, . Al principio pensé que era un creído, un pesado etc, pero cuando comenzamos a conocernos, me di cuenta que eran prejuicios y de que en verdad él era muy simpático y culto. Manejamos varios temas en común. Yo estaba soltera hacia más de un año y él menos, pero ya había superado su ex relación. Me dijo que le gustaba mi seguridad e inteligencia y de amigos, comenzamos a salir y sorpresivamente, él me dijo que yo le gustaba.

Realmente no me lo esperaba, ya que él tenía 29 y yo 37, y además, no soy el tipo de mujeres con las que él se relacionaba. No me siento fea, soy normal, con tendencia a unos kilos de más, pero bien arreglada, tengo lo mío.

Tuvimos una relación normal. Me presentó como su polola ante sus amigos y su familia. Y yo también a los míos y congenió con mis pocos amigos, ya que es simpático y tiene temas. Y yo hacia mi parte para tratar de ir a su ritmo, carretes de salidas espontáneas a mochilear fuera de Santiago. Era más fácil porque ninguno tenía hijos. El me encantaba, teníamos altibajos, pero al verlo con sus sobrinos chicos, me di cuenta que sería un buen papá. Le tiré un día la idea de que si todo salía bien, podríamos intentarlo. Me dijo que mas adelante, que habría que ver, que ahora no quería esa clase de compromisos.

Eso fue al año de estar juntos. Él co arrendaba depto con un amigo y se venía a quedar acá de vez en cuando. A esas alturas yo pensaba que podría venirse a vivir acá y justo ocurre la pandemia, ante lo cual se quedó conmigo para que pudiéramos vernos. Ambos vivimos en una comuna de Stgo oriente dónde vino confinamiento total y los dos meses que duró esa cuarentena sentí que estaba en mi luna de miel. Se lee estúpido, lo sé. Pero compartir así con él para mí era un sueño, era un paso para compartir una vida. Incluso trajo a su perrito pequeño, del cual me encariñé. Nos cuidamos, regaloneabamos, él me cocinaba y me hacía un chocolate caliente con canela cada vez que tenía un día agobiado en el tele trabajo. También me consoló cuando tuve una situación familiar triste.

Cumplimos así los 2 años juntos cuando se levantó la cuarentena y a pesar de que todo parecía bien, le faltaron patitas para irse a su depto. Días después me pidió si podía estar su perrito conmigo, dado que le dieron unos días de vacaciones y armó un piño para ir a carretear a Pucon para fiestas patrias. Yo no pude ir porque estaba con mucho trabajo rezagado y tuve que volver a la oficina.

Y bueno, llegó octubre y para cuando estaba planificando una linda fiesta a fin de mes para su cumpleaños, me dice el fatídico 'tenemos que hablar'. Resulta que en ese viaje para sacarse el encierro de encima, conoció a la prima de uno de sus amigos y sintió química altiro. Y al parecer, fue mutuo.

Yo sentí hielo por dentro mientras él hablaba. Me dijo que lo meditó y que no era confusión, que ya no sentía lo mismo por mi y que venía a buscar sus cosas y al perrito. Yo preferí salir y no tener que verlo empacar. Me costó mantener la compostura delante suyo, pero ya en la plaza, por suerte sola, me soltaron lagrimones. Y al volver y encontrar el lugar vacío, solo el remanente de su colonia en el aire, algunas cosas y el plato de agua del Toby, ahí me eche a llorar hasta lo que recuerdo.

Estaba tan enamorada que no ví ciertos signos de que yo no era correspondida. Cuando le decía te amo, él respondía 'yo también' pero nunca le nacía decírmelo espontáneamente. No tenía los mismos detalles que yo. Cuando regresó de su viaje, sólo tuvimos sexo un par de veces y ya no nos veíamos como antes. Y el último mes, su sonrisa parecía más bien forzada. Antes de dejarlo solo, le pregunté si se había metido con esta persona y me dijo que no llegaron a mayores, que antes prefirió cortar su relación (conmigo). Estube gran parte de noviembre con Ian gran ansiedad, esperando algún mensaje o llamado. Con la esperanza oculta que tal vez se hubiera confundido, que quería volver a hablar. Pero nada. Me pedí una licencia argumentando stress y mientras, ví en Instagram que celebró su cumpleaños con nuestros amigos...y con ella. Fue devastador comparar la misma fecha el año pasado...conmigo. Y otras fotos juntos compartiendo en todos lados, con los mismos amigos que me aceptaron a mi, escribiéndole 'que se ven bien, felicidades cabros, etc'. Y no lo voy a negar, la María Gracia (su nombre) tiene 26 años, ingeniera comercial, rubiecita y ojos claros. Estupenda. No tiene comparación conmigo y tal vez esos mismos amigos pa Callao decían 'menos mal que se deshizo de la vieja'. Lo eliminé de IG aunque mi bicho interno quería seguir ahí un tiempo más para sapear como seguía su vida con la perfecta, pero mi lado racional dijo que no merecía seguir haciendome daño. De Facebook no fue necesario eliminarlo, porque cambio su status de 'es complicado' (yo) a 'en una relación con María Gracia...' (Ella).

Lo contacté por Whatsap para cerrar el círculo, para juntarnos y que hablasemos del por qué, pero jamás llegó el doble check, así que asumo que me bloqueó de ahí también. Contacté un vidente que ve cartas y sin decirle nada de mi caso, lo vio a él y básicamente lo que pasó fue que al vivir conmigo sintió que más que su pareja, vio a una señora mayor y se desencantó. Y que con la nueva chica encontró su alma gemela y que se veía proyectos de matrimonio e hijos.

Me sentí aplastada. Nada qué hacer. Me siento poco válida, fea, vieja. Ya no me interesa Navidad ni estar con familiares. Me ahre la enferma y esa noche me voy a emborrachar acá en casa. Total...

Ya no puedo seguir en tele trabajo y después de las fiestas, debo retornar a la oficina. Es probable que me lo tope un par de veces, pienso tratarlo como a un conocido de vista y nada más. Pero aún lo amo y siento que si tengo la circunstancia de verlo de nuevo, no voy a poder superarlo. Pensé en cambiarme de trabajo, pero seamos honestos, estoy cerca de los 40 y ganando 1.2 palos, dónde encontraré trabajo así? La única amiga que me queda me dijo que debía tratar de salir de mi depresión y que ya aparecerá alguien que me quiera. Las mujeres de 40 y tantos tienen muchas chances de conocer hombres sin problemas?

Gracias por leer mi biblia. Quería contarles acerca de mi patética vida mientras me como una pizza. Al diablo con la dieta.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.