Agobiada

No es una confesión laboral, ni tampoco una confesión amorosa. Es más un grito de impotencia, de rabia, de frustración.

Desde pequeña, tuve que enfrentar el abuso por parte de mi progenitor; abusos sexuales que me han marcado hasta el día de hoy. Pese a todo, logré sobrevivir con eso; aunque arrastro el lastre del dolor. Me fui de mi casa a los 17 años, viví en la calle, todo para evitar tener que soportar a ese cerdo que me engendró. Tuve que volver a casa por un embarazo, por miedo a hundirme y arrastrar con ello a la criatura.

Luego de eso, ingresé a la universidad y estudié. Saqué un título, que no me sirve de mucho, pero que me permite realizar lo que más amo: escribir.

Para poder subsistir comencé a hacer clases en colegios, y en ese momento conocí al tipo que terminó por joderme la vida. Tuvimos 4 hijos, los cuales amo, y tuve que soportar sus golpes y malos tratos por muchos años; abusos de todo índole :sexual, físico, psicológico, económico. Lo odiaba a rabiar, pero mi miedo a no poder subsistir con mis hijos pudo más. Seguí inmersa en una relación enferma que mermó mi espíritu, mi confianza, mi seguridad. Me transforme en un bosquejo de lo que alguna vez fui ; en un reflejo deplorable que nunca reconocí.

No era yo. Era una muerta.

Con el tiempo y la ayuda de mi hermano del alma, me armé de valor y lo dejé. Al principio, el tipo lo aceptó o eso quiso hacerme ver. Después todo se transformó en un calvario, en una eterna lucha de destrucción. Lo único que pretende es joderme la vida, sin importar los afectados. No le importan sus hijos, no le importa su bienestar. Ya no paga la casa en donde estamos con mis hijos y lo único pretende es que nos saquen de acá para poder llevarse a mis hijos lejos de mí. Su fin principal es seguir dañandome, alejarme de lo que más amo en esta vida. Ahora ya no puede golpearme ni abusar de mi, pues los niños están grandes y no permitirían algo así. Lo único que le queda es manipular en las sombras para que todo se dé según sus deseos, según su enferma condición de narciso psicópata. Es un asco de hombre, una mierda de persona. Lo odio, y es un odio visceral, un desprecio que me nace del alma y se extiende por todo mi cuerpo.

Ya no le implorare por su ayuda monetaria, tampoco le pediré que no los aleje de mí. Que se pudra!!!! No puedo seguir así. Y si existe el kharma, ojalá en otra vida se transforme en cucaracha.