Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Trabajé un par de años en un servicio público. Se portaron re bien al principio, me pagaron muy bien la práctica y pude titularme para seguir trabajando con ellos. Una vez titulada, y a raíz de un cambio de jefatura, me pidieron que me quedara por mas plata. Rechace una buen pega porque amo el servicio publico y no me importaba ganar un poquito menos con tal de seguir en eso.

El aumento jamas llegó. Aumentaron como una quinta parte de lo que ofrecieron, argumentando que era decisión de la jefatura superior. Seguí igual, a pesar de todo seguía contenta con mi trabajo. Pero se pusieron abusadores, nunca podía irme a la hora que correspondía, siempre había algo que hacer hasta las 8 o 9 de la noche, si terminaba todo a las 5:30 tenia que pedir permiso para retirarme y trabajaba fijo medio día el sábado, a veces todo el día o los domingo.

Si bien me devolvían el día, a veces se acumulaban tantos que no podía pedir 10 días, nadie te aguanta eso. Yo boleteaba, no ganaba horas extra y cuando cache que mi jefe ganaba mi sueldo en puras horas extra y andaba diciendo que éramos todos unos flojos y que prácticamente el hacia todo solo, me vino un olguita marina y quise salir arrancando.

Renuncie, sin nada seguro... A la vida, simplemente porque cada mañana era un suplicio levantarme, agotada y sin tiempo para nada mas que el trabajo... Amaba ayudar a la gente, se acercaban a mi agradecidos de lo que hacíamos por ellos, pero así no aguante mas.

Después se preguntan porque en los servicios públicos atienden mal, si explotan a la gente y se aprovechan de la vocación.
No me había ido todavía y ya sabia a quien traían a mi puesto, con contrato y ganando el doble que yo... Amigo del jefe, por supuesto.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.