Con el mundo al revés.

Soy la vendedora que hace unas semanas se desahogó por la poca valoración en la pega. Era la que estaba contenta con su ascenso, se esforzaba por cumplir, atender bien, llegar a la meta pero al final en crisis porque no llego a ninguna parte con esto.

Aparte de mi actual exceso de trabajo, ya sea por demasiada afluencia de clientes, requerimientos no respondidos por las áreas encargadas (que después regresan a mi en forma de cliente furioso) me había olvidado de un detallito: Trabajo con otra persona que desde que llegó sólo quiere impartir órdenes, llegaba tipo 13h a trabajar y queria irse a las 18, si le tocaba trabajar fines de semana en ocasiones simplemente nunca llegaba y luego yo quedaba a cargo de clientes reclamando. Y no contento con sus ausencias laborales, quiso que echáramos en el mismo saco todo lo vendido y repartirlo en partes iguales... en fin.

El primer mes accedí porque pensé que era cosecha para cuando a mi faltaran ventas en un futuro, pero hubo un momento en que no soporté más su comportamiento y hablé con mi jefe y le conté todo. Creerán que fue despedido, pero no... todo lo contrario sigue ahí. Ahora llega y se va a su hora pero yo digo que 'loro viejo no aprende a hablar' y en cualquier momento volverá con sus mañas. Lo que más me tiene con rabia y a punto de tirarle un zapato a la cabeza es que al final un cliente puso un reclamo en mi contra y hasta ahora no he podido ponerme al día con nada y más encima con miedo a un posible despido por reclamar mucho.

Saben qué? creo que no vale la pena hacer las cosas al derecho, apenas pueda me largo.

Gracias por leerme.