Ricos más ricos, deportistas más pobres

Confieso que tengo 17 años y amo mi trabajo. Sí... trabajo. Soy deportista de alto rendimiento, Subcampeón Mundial en Karate Cadete +70 del año pasado y adivinen cómo llegué aquí: gracias a mis papás! Ellos siempre pusieron el hombro en este difícil camino y me han apoyado económica y psicológicamente.

Ahora no niego que estoy federado y que algo de ayuda hay. Por lo menos puedo quedarme en Santiago (soy de región) y entrenar acá, pero he pasado cada peripecia en mi vida de deportista. He viajado por el mundo, sí. Pero en pésimas condiciones, hemos llegado a hoteles donde se supone que teníamos reserva y finalmente no hay nada. Durmiendo de 8 personas en piezas de 2x2, donde aveces ni camas para todos habían porque alguien no hizo bien su pega o simplemente se roban la plata, comiendo chocolates y fideos una semana porque no había más comida.

Aún así salimos adelante, pero cada vez es más difícil. Imagínense que si a Tomás González no le dan auspicio, qué pasa con nosotros!!. Me da una rabia enorme que a la Kel Calderón, Kika Silva o cualquier súper influencer que aparece por ahí marcas como Nike, Puma, Reebok, etc. los auspicien y les regalen de todo. ¿Realmente ellos hacen deporte?, ¿se levantan a las 5.20 a entrenar? ¿entrenan más de 3 veces al día?, ¿dónde están los verdaderos deportistas aquí? ¿por qué los de marketing no se fijan en nosotros? ¿sólo porque no tenemos millones de seguidores en instagram?.

Yo soy un deportista y me saco la cresta entrenando. Tuve la suerte de tener papás que me apoyaron en los inicios, pero en cada campeonato al que voy llevo puesta la camiseta de Chile y cuando compito me pregunto: ¿en qué me ayuda Chile a mí? ¿qué ganas me van a dar de representar a alguien que ni siquiera me conoce?