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Some guys have all the luck!

Les cuento mi historia, la verdad un desahogo porque quedé muy mal todo el día, la verdad. No para caer en depresión, pero sí me incomodó bastante.

Trabajo en una consultoría de arquitectura. Soy apoyo de la consultora en cuando a planos y todo eso. Ingresé a esa consultora porque postulé a hacer la práctica ahí. Quedé y me dejaron a cargo de un supervisor, le pondremos Pedro. Al principio, Pedro me enseñó el trabajo, cómo hacer los planos y algunas cosas más anexas al oficio (estudié dibujo técnico), al menos ha sido una buena relación laboral. Eso sí, Pedro tiene un carácter no sé si catalogar como extraño, pero nunca me preguntó si tenía gato, perro, polola, pololo, algo de mi familia, nada. Sólo relación profesional, nada más; entiendo que uno no va a hacer amigos al trabajo, pero por ultimo preguntar alguna wea para distender el ambiente, no todo es trabajo pienso yo. Bueno, el gallo me recomendó a la jefatura, diciendo que lo había hecho bien, era buen trabajador y al final quedé en el trabajo, eso sí, como apoyo de dibujo, con honorarios y todas esas cosas. Y quedé a cargo de Pedro. Para mí, bacán, así aprendo más decía yo, y pienso que me tiene buena.

Pero desde que llegué ya como trabajador, Pedro ha sido más distante que antes. También este verano llegaron cuatro practicantes y con ellos se lleva la raja, chacotean, se ríen, echan la talla, yo nunca lo había visto así, de hecho cuando estuve en la práctica yo solo, nunca se rió ni me echo la talla ni siquiera me contó algun comentario gracioso. Pero con los nuevos, es otra persona. Pero conmigo es más distante, o sea se mantiene la relación estrictamente profesional. Yo igual soy un gallo serio, onda no me gusta mucho que me leseen ni me hagan apodos (por algo tengo un nombre) y me acostumbré a la relación seria y profesional que tenía con Pedro. Entonces esto me deja descolocado, porque me siento igual aislado en cierta forma, y esto más se agudizó cuando llegó un colega de Pedro, que aparte es su amigo hace como diez años y más se distiende con él, incluso se van a comer juntos y todo eso. Entonces no entiendo la actitud, de verdad, me descoloca y me desorienta, porque igual quiero participar de la buena onda, si no soy un ogro ni alguien que no se pueda convivir. Yo igual no sé si cometí un error, pero los cabros nuevos igual querían como sobrepasarse conmigo en la confianza y un día me preguntaron : ¿Cómo te dicen ? Les dije me llamo Martín, ese es mi nombre. Y parece que se asustaron (?)

Y me siento aislado, o sea, me conversan poco y siempre es de algo laboral, nada así personal ni nada. Y ahora lo grave: resulta que estabamos viendo un plano de la octava región, de Coihueco, y Pedro me dijo: mira Martín, haciendo hincapié en el nombre del pueblo. Para mí fue una indirecta brígida. Yo soy gay, no lo niego ni lo oculto, pero jamás dí la confianza a nivel personal a Pedro para que hiciera ese comentario. Como decía anteriormente, sólo tenemos una relación profesional. Y cuando Pedro lanzó el comentario, le dije : ¿Qué? sorprendido. Y me dijo: No, nada. Yo pensé: Se dio cuenta que la había cagado, pero en ningún momento me ofreció una disculpa ni nada. Con decir que me cagó el día, literalmente. Me sentí cuestionado en todos los aspectos, o sea, puta si quiere salir de la duda que me lo pregunte directamente, si no me lo voy a comer ni nada, tengo pareja, pero que no sea maricón diciendo comentarios, que yo pienso malintencionados. Ahora no sé, me va a incomodar trabajar con él, porque siento que traspasó la barrera del respeto hacia mí. Si quería una relación profesional, con ese comentario la cagó enormemente. Yo todo el día sólo le hablé cosas respecto a la pega y cuando se despidió, chao no más, cortante. Estoy molesto y sobretodo cuestionado, ya que el gallo igual como un mando intermedio, y me las tengo que aguantar por mientras. Me siento vejado. Eso, gracias por leerme.



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