Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

Con depre

Estoy en una pega buenísima, horario de lunes a viernes, de oficina, todo bacán. El equipo laboral, bien, pero no nos pescamos mucho, en el sentido, de que solo nos hablamos cuando hay pega de por medio o temas relacionados con la pega. Somos un equipo de seis personas, antes eramos tres (incluyendome) y llegaron tres más hace un mes atrás.

La cosa es que los tres últimos que llegaron eran chicos de la misma universidad y habían estudiado juntos, se conocían, por lo tanto, ya eran amigos entre ellos y conversan entre ellos, todo distendidamente, buena onda, me llevo bien con ellos, no hay ningun problema. Y está el grupo donde éramos tres desde el año pasado, pero el problema es que los dos chicos con quienes trabajo, también eran amigos desde muchisimos años, entonces yo estoy como al medio de los dos grupos. Yo soy un gallo más bien tímido, me cuesta socializar, siempre me ha costado la verdad, y este tipo de cosas me afectan en cierto modo. Sé que al trabajo no va a hacer amigos, pero igual estar nueve horas con las mismas personas, pasas mas tiempo con ellos que con tu familia o amigos.

Mi familia está toda desarmada, peleada unos con otros y amigos no tengo la verdad, tengo conocidos que me llaman de vez en cuando, una vez a las quinientas, pero no son como amigos que pueda confiar o hablarle algo más intimo. Entonces me cuesta bastante trabajar con el clima que hay, que si bien no es malo, pero siento que estoy sobrando en la pega, no sé, es una situación tan extraña. Yo estoy siendo tratado con psiquiatra porque tuve una fuerte depresión el 2016, tan fuerte, que me intenté suicidar tirándome encima de unos autos para que me atropellaran, pero unas señoras me salvaron en ultimo momento, diciéndome que no me tirara y todo eso. Bueno, siento mucho dolor en el alma no por esto en específico, sino por la soledad que tengo que cargar todos los días. Vivo solo, y no tengo mucha relación con mi familia. Mi universo es llegar a la casa, cocinarme algo, ver tele, y a dormir, y así sucesivamente, incluyendo los fines de semana. No me gusta salir solo, porque para mí es una tortura ver gente en pareja o con familia o con niños, entonces opto por quedarme en mi pieza en posición fetal pensando que podría mejorar mi situación, pero sé que no lo es.

Necesito un calor humano, un abrazo, un darte ánimo, pero ni siquiera tengo conocidos que me puedan decir eso. Estoy completamente solo y me siento un inválido social, es decir, no tengo las herramientas como para poder entablar una conversación o mantener una amistad en el tiempo, me siento discapacitado social. Ahora todos los días en el trabajo, me siento y no saco la mirada del computador, tratando de apurar la pega que es mucha, pero veo a los dos grupos socializar y contarse cosas, a veces risas, y eso me lastima bastante ver a todo el mundo medianamente feliz. Intenté conversar un poco más allá, pero siempre me miran con cara no de reprobación, sino que como ya, y ?

He pensado varias veces en suicidarme, pero es algo que me detiene que no me deja hacerlo. No tengo ganas de seguir viviendo, estoy desesperado, cada día que despierto es como un día más preso en mi celda. Es una tortura, un suplicio para mí ver gente. Lloro todos los días, amargamente, escucho música triste, y me pongo lo más arrinconado a la pared posible. No creo ser una persona tan mala como para merecer este destino de completa soledad.

No me considero de mala índole o de malos sentimientos, siempre trato de que la cosa mejore y se aliviane más, no tengo intolerancias ni odio, ni nada de esas cosas, sólo que quiero ser una persona que tenga derecho a querer y ser querida, y aquí no lo hay. He pensado en irme fuera del país, pero no tengo dinero para eso, con cuea me alcanza para los medicamentos que son bastante caros. Solo quiero una oportunidad para abrirme a alguien, a conversar, a tocarlo, a sentirlo, pero creo que eso jamás llegará.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.