Los más maduros
Uf cómo empezar... Recurro aquí, porque al ser confesiones laborales habrán opiniones maduras.
Soy joven con pega estable, no es mal sueldo...el problema? Cuando termina el trabajo.
Vivo con mi pareja (joven, recién titulado, sin pega) en la casa un familiar, y hace años ya.
Me quiero ir desde el día uno que llegamos, porque como dice el dicho el casado, casa quiere. Pero aquí estamos, antes no patalee mucho porque él estaba estudiando y con mi sueldo más o menos bueno no podía mantener una casa. Pero el ahora ya salió y hace ratito, pero aquí seguimos, y lo peor que el aún no alcanza la madurez, lo amor pero lamentablemente siento que me estanca o me hunde.
Mi familia me ha aconsejado que lo deje y empieze de cero sola, que eso le servirá para despertar de la vida fácil que le ha tocado.
Estoy tan cansada de mi vida extra laboral, que la pega es la única que me mantiene lúcida y cuerda en una casa donde no quiero vivir, una ciudad que es una mierda, y con un niño a cuestas de ya un cuarto de siglo.
Quiero tirar absolutamente todo por la borda e irme a una ciudad que siempre he querido, pero y el trabajo? Todos los días veo que la pega está escasa que los sueldos son malos. Debería por fin pensar en mi felicidad personal, o esperar que la madurez llegué a mi media naranja, eso realmente pasa? O todos los hombres llevan ese niño interior que raya en la flojera y comodidad?