Juntos como hermanos
Veo con pena todo lo que va pasando en el mercado laboral, que sólo va quitando oportunidades a quienes han estado por debajo, haciéndoles perder la fe en el sistema formal y llevándolos a buscar soluciones que van desde el vender Super 8 en la calle hasta llegar al narcotráfico, o peor, problemas como el de Venezuela.
Si yo fuera gerente, jefe de área, dueño de empresa, abogado o director estaría demasiado preocupado, es más, tendría miedo a las consecuencias directas e indirectas de mis acciones porque las decisiones tomadas como despedir, subcontratar o automatizar para cumplir con mis jefes o clientes pueden generar un problema muy grande en el que, como empleado de alto rango, podría tocar la peor parte al ser desechado por quienes están arriba, quienes ya habrán escapado libres de polvo y paja y odiado por quienes están debajo, por ser la cara visible de la desigualdad y de todo lo que ha llevado a que sufran.
Si eres algún funcionario con poder de mando pero sobre todo siendo dueño de tu empresa, no pienses sólo en la ganancia inmediata. Tus empleados también son seres humanos que quieren disfrutar de su trabajo, tiempo y familia. Si eres empleado, no aguantes esta situación pero tampoco abuses de tu empleador si aquel te ayuda.
El sistema laboral para mí puede que sea un mito sin vuelta atrás, pero creo que puede salvarse siempre y cuando haya disposición de todas las partes.
El emprendimiento no es para todos y el comunismo no sirve por lo que hagamos un esfuerzo para llevarnos mejor y parar el abuso por ambas partes.