Una buena elección

El año 2004 aproximadamente estudié Psicopedagogía llena de convicción, me fui a Santiago con el apoyo de mis padres, me pagaron la carrera, fui una de las pocas que terminó porque de 30 y algo egresamos solo 3, ya que a poco andar comenzó la desilusión, no había campo laboral, pero en mi caso personal tampoco habían más recursos para optar por otra carrera, jamás pude ejercer... Entonces ya en Santiago, había que hacer algo para sobrevivir y mi papá ya no me podía pagar arriendo, así que me fui a trabajar de nana a una casa, osea que triste, cinco años de estudios para terminar trabajando de nana (sin desmerecer a nadie), pero al poco tiempo la señora (jefa ) me dijo que estudiara otra carrera y que ella me daría todas las facilidades, seguí viviendo con ellos, trabaje durante el día en su casa y por las tardes me iba a estudiar, fue un doble o triple esfuerzo, pero valió la pena, soy Asistente Social, una hermosa carrera, que me ha dado la oportunidad de ayudar y aportar a esta sociedad, trabajo en el sur de Chile, con un grupo social conflictivo ausente y carente de integración y marginados de nuestra sociedad.. Pero soy feliz de ser parte y sumarme...

Aprovecho de hacer un llamado a quienes buscan ser profesionales, en el área que sea, infórmense, averigüen, es su futuro el que está en juego.. Siento mucha pena cuando leo en la página de psicopedagogos que aún no son reconocidos y que educación diferencial sigue robandose la película y los institutos que imparten la carrera siguen engañando a sus alumnos, con una carrera que es una estafa, Psicopedagogía no cuenta con el campo laboral en salud o educación es absolutamente falso...