Fome, fome
Confieso que alguna vez fui a la entrevista mas fome de mi vida. Me acuerdo que mi entrevistada me pidió que hablara en inglés y bueno, hablamos, respondi sus preguntas, pero a veces se formaban unos silencios incomodos. Como que sentia que la vieja queria que yo me explayara mas, le contara mi vida o sea teatral para hablar como son algunos gringos.
La cosa es que la entrevista fue tan fome que sin querer me tiré un peo. Yo cacho que hasta mi guata se sintió incomoda con tanto silencio. Pero como no soy na weon, disimulé con el zapato. Creo que no me salió muy bien porque obviamente después no me volvió a llamar. Pero no me importa porque la entrevista era fome de por si.