En un dilema
Estimados, hoy quiero desahogarme. Trabajé para una corredora por casi dos años, sus dueños son los mal llamados “maricones sonrientes”, de esos que te alaban de frente y te apuñalan por la espalda. En mi contrato de trabajo con ellos hay una cláusula en la cual yo puedo cobrar comisión de venta por propiedades llevadas por mi (y que vendería seguramente otra colega) y justamente esto pasó cuando renuncié hace 4 meses.
Por una ex colega, fui informada de la venta de una de las propiedades que capté y estos señores, se han enojado mucho con ella. Al final, ella y yo no volvimos a tener la misma buena onda y en vez, he tenido que comunicarme con mi ex jefe quien no pesca mis mensajes y cuando lo hace se nota el desaire. Es obvio que no quieren pagarme, pero dada la condición del contrato tengo derecho a reclamar aunque no haya vendido.
Yo digo que las cosas se pueden conversar, pero hasta ahora nunca me llamaron para decirme nada, negociar y dejar las cosas en paz. En vez de esto me han pelado todo lo que han querido y cada vez me doy cuenta de lo poco confiables que son.
Sin embargo, dadas estas condiciones y lo feliz que estoy en mi nuevo trabajo a ratos me dan ganas de dejar esto así. Tan sólo tener que comunicarme con ellos me genera una cierta angustia y hasta quedo mal en todo el día.
No sé si no cobrar más esta comisión y ser feliz, o pasar un mal rato y esperar a que me paguen.