La gente mala no se puede cambiar
Esta historia es la peor wea que me ha pasado en la vida. Todo comenzó porqué a la pega llegó una prácticante. Rica a mi gusto, me la jugué y terminamos pololeando o andando. Dije, aquí la hice. Se veía buena y piola. Tengo un hijo y su mamá es la raja por lo que no tuvimos problemas por ese lado. Siempre senti que ella le daba verguenza estar conmigo. Tengo 28 y ella 22, siempre salimos a escondidas o nos juntamos en algún metro. Para su titulación fui a verla y no fue capaz de presentarme a su familia, más bien me saludo y se fue.
Con ese gesto destruyó todo lo que sentía por ella.
Yo, me he sacado la cresta por estar a dónde estoy, no me va mal. Fui un caballero con ella, detallista, simpático, apañador y la ayude en todo lo que pude... Pero solo recibí malos tratos.
Ahora que estoy bien te digo... Gracias, aprendí que la gente que es mala no se puede cambiar...