Supervisame este
Confieso que mi supervisora, es inoperante en su labor, y es como lo dice el clásico dicho chileno, es la maricona sonriente. Hoy se suspendían las labores para compartir a las 12 y la gorda nos obligo para quedarnos hasta las 1 mientras ella se comía los postres solita con el resto del equipo... En fin, la otra semana renuncio a esta cuestión