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Segunda oportunidad

aquí va mi historia con final feliz

Trabajo hace casi 9 años en una empresa nacional con una red de sucursales a nivel nacional (no diré el nombre para guardar anonimato). En los primeros años lo odiaba, lo odiaba con todo mi ser pero no renuncié porque este lugar era de prestigio, había posibilidades de surgir y muchos beneficios, aguanté y aguanté y logré varias cosas positivas: terminé mis estudios, viajé, me compré propiedades (baratas si, no crean que soy millonaria), así estuve aguantando en un ambiente de mierda pero productivo a modos personal.

Para que entiendan un poco el ambiente penca, mi jefa era una tipa muy déspota que trataba a todas de rotas y feas cuando ella provenía de una familia muy humilde pero obviamente se le olvidaba, mis compañeras malas malas, todo el día cahuines (se fijaban en la ropa, las uñas, en qué lugar vivian, si viajaban, si estaban endeudadas, etc, lo típico de gente víbora), cómo les decía no me fuí porque me permitía ahorrar y lograr metas personales, pero lo odiaba profundamente.

El tema es que tuve un accidente gravísimo (fracturas en piernas, brazos y en la base del cerebro, lo que dejaba expuesta las meninges que obviamente podría provocar meningitis) había dos opciones: moría o quedaba viva con terribles secuelas motoras, estuve meses hospitalizada y pasó el milagro, mis compañeras que antes víboras ahora eran corazoncito a de azúcar, ellas ahora estaban ahí para apoyar, además RR.HH. luego se pronunció y se activaron varios seguros y los meses hospitalizada y dos operaciones fueron pagadas casi en un 90%, gracias al equipo médico me salvaron la vida y además no debo ni uno. Increíblemente la Isapre no cuestionó ninguna licencia médica y me pagaron casi los 8 meses de recuperación, me sentí tan tan respaldada, tan protegida, empresas que cuidan el bienestar de sus trabajadores aún existe y mis compañeras se portaron un 7 :)

Comparto esto porque leí a un chiquillo estudiante que se cuestionaba seguir estudiando y buscar trabajo, las historias laborales con finales felices existen pero son los menos.

Saludos les manda una trabajadora con una segunda oportunidad para trabajar y vivir...!



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