Reestablecer contraseña

La dirección de correo electrónico está asociada a tu cuenta.

¿Por qué registarse?

Full Confession Control

Actualizar / eliminar o editar tus confesiones.

Notificaciones

Suscríbase para recibir notificaciones por email con las respuestas a tus confesiones.

Publicidad

¿Quieres publicitarte con nosotros? Comienza creando una cuenta.

¿Tienes alguna confesión laboral?

El nombre es opcional o puedes poner un seudónimo si lo deseas.

La vida cambia

Desde niña he tenido una vida difícil, mi padre alcoholíco, mi madre se olvidó de mi cuando mi hermano se fué, hubieron momentos tan difíciles en el que no teníanos ni para comer, a mi padre por la edad no le daban trabajo en ninguna parte y trabajaba en ferias libres para tener unas chauchas y obviamente gastarlas en alcohol y mi madre 'víctima' del síndrome del nido vacío no trabajaba y me mandaba con 10 años a pedir dinero a las casas para ella comprarse cigarros.

Hubo un tiempo en el que yo solamente comía en el colegio y guardaba lo que podía para comer después y no tener que comer lo poco que había en casa y lo comieran mis padres. A los 12 mi padre murió y mi vida se volvió peor, mi hermano se fué a vivir con nosotras, me sacaba la cresta literalmente mientras mi madre sólo miraba.

Me sacaba en cara la comida y lo poco que me daban él y su mujer mientras yo estaba en una depresión tal que varias veces en silencio estuve a punto de suicidarme. Lo único que quería era escapar de ese lugar, tener 18 y largarme de ahí. Mi hermano se fué meses antes de que saliera de 4to medio ( yo me pague mi liceo trabajando 3ro y 4to) siempre fuí buena estudiante, promedios entre 6.5 y 6.8 y jamás nunca tuve una beca porque mi madre nunca postuló a nada y yo menor de edad no podía hacer los trámites de rigor. Saqué 740 en la psu y me aceptaron en medicina en la católica, lamentablemente la única beca que conseguí no me alcanzó y era la decisión o trabajar para pagarme la carrera o mantener mi casa y a mi madre para que no muriera de hambre. Abandoné mi sueño de ser doctora y seguí trabajando en un local de comida rápida para costear los gastos de la casa.

Paralelamente estaba en una relación con mi primer pololo que conocí en el liceo, duramos casi 15 años (un hijo en común) pero con los años todo fué amargura y tormento, este hombre me trataba pésimo luego que nació nuestro hijo, se volvió irresponsable, cuando quedé sin trabajo hasta la comida, ropa y aunque suene horrible las toallas higiénicas me sacaba en cara, que no era su responsabilidad mantenerme. Me sentía aún peor luego de vivir todos los malos tratos de parte de mi familia, vivirlos por parte de él. Los años siguientes por 'obligación' me quedé en casa cuidando de mi hijo y mi madre que enfermó y se volvió semi dependiente, depresión y malos tratos continuaron peor con los años tanto que hasta perdí un embarazo, mi niña murió de 4 meses de gestación en mi vientre. La cosa se puso peor, superando el dolor sola mientras este hombre usaba la perdida de nuestra hija para dañarme, culpandome de todo y sumado a la frustración de no tener trabajo, estudios y tener que cuidar de mi madre me sumió peor en depresión al punto de pensar en el suicidio nuevamente. Pasaron 3 años en el cual bajé de peso ( pesaba 100 kilos) casi no comía y me levantaba a diario por mi retoño, hasta que un día dejé de culparme por la muerte de mi hija y dije ya basta, no más! Mereces algo mejor.

Me separé luego de 15 años de relación, pasé por varios trabajos (imaginense lo que es adaptarse luego de casi 9 años sin trabajar) hasta que encontré el lugar donde me siento cómoda, me gusta lo que hago, el horario me acomoda porque puedo estar con mi hijo en el día y estar presente en su educación, es un lugar donde hay oportunidades de acenso y ya logré mi primera meta que era el contrato indefinido luego de 6 meses de contrato a plazo. Es difícil que pasen a indefinido a la gente en el retail para el que trabajo, por ende lo considero un gran paso. Veo por primera vez oportunidad de surgir, gracias a esta empresa puedo volver a estudiar y retomar aquel camino frustrado que dejé, aún cuido de mi madre porque simplemente es lo correcto, sino lo hago yo mi hermano no lo hará.

Hoy peso 40 kilos menos, me ejercito y cuido de mi salud, tengo trabajo estable donde me han felicitado varias veces por mi trabajo, tengo oportunidades de acenso y sé que si hago todo como corresponde quizá el día de mañana llegue a ser jefa de división. Mi pequeño ya va a cumplir 10 años y no vivimos en el tormento del matrato sicologico y yo del físico que viví durante poco más de una década. Hoy ya no me siento el fracaso que me sentí desde niña y sé que si me esfuerzo podré lograr lo que sea. Y a mi hija la recuerdo a diario, ya pude dejarla ir para que descanse y ella también es mi motor para seguir, quiero honrar su memoria con cada momento de mi vida y la de mi hijo y sé que ella está orgullosa de nosotros de donde esté.



No te reprimas. Completamente anónimo.

Suscríbete a nuestra lista de correo.

Ingresa tu email y te mandaremos las últimas confesiones
Nosotros valoramos tu privacidad, nunca compartiremos tu correo con nadie.