Otra kinesióloga por acá.

Titulada en 2010. Apenas he ejercido mi profesión. Y sí, en su momento me las sufrí, rabié y lloré todas, porque también estudié por vocación, me saqué la cresta (nunca me eché un ramo, salí de una U estatal), hija mayor, primera generación de profesionales. Hice dos voluntariados y uno que otro domicilio. Miles de CV, mucha plata destinada en pasaje, tiempo y mis patitas gastadas viajando, incluyendo otras regiones, mucho tiempo dejando curriculums virtuales, y tiempo y dedicación pensando y tratando de desarrollar algún proyecto, me promocionaba para hacer atención domiciliaria, y quizás que otras cosas hice que ahora ya no acuerdo...

Me pasé harto tiempo buscando como ejercer y de forma estable. Pero como no vengo de una familia pudiente (de hecho estudié con dos becas y Fondo Solidario) tuve que trabajar en otras cosas... Actualmente estoy en un cargo administrativo... y ya las esperanzas se me habían ido, ya me dedicaba menos a buscar, ni siquiera contaba que podía atender en casa, a quienes conocía no decía cuál era mi título; me estaba resignando... y de repente, en el verano me llamaron para trabajar por la temporada en una zona turística, una persona en mi actual trabajo administrativo quiere incluirme en su futura pyme como kine, y después, una persona me contactó para hacer una terapia a domicilio, la cual continuo, mientras mantengo mi trabajo de no-kine. Sí, no es un cargo estable con contrato, son cosas puntuales y menores, lo de la pyme ahora es sólo un proyecto, pero para mí ha sido super significativo todo ésto. Y por lejos lo mejor no ha sido que me hayan pagado por trabajar en mi profesión, sino poner en práctica mi vocación; ayudar y ver como mejoran las personas.

Es probable que siga así, que el proyecto de pyme no prospere o también que sólo siga en nada relacionado con kine. Y quizás qué pase. Ya me di cuenta que uno tiene que ser flexible con la vida. Te dirán muchas cosas, algunas de ellas negativas, tóxicas, mal intencionados y hasta destructivos, pero lo más importante es uno mismo, lo que uno siente y cree, el como me quiero, me valoro y me respeto. También, que trabajo y profesión no es lo mismo, que el trabajo o cargo no define a las personas, pero la profesión te acompañará siempre pues lo quieras o no de alguna manera influye en tu forma de pensar, en tu perspectiva/filosofía de vida, da herramientas que durará toda la vida y el título nadie te lo quitará. Si trabajas en tu profesión, bien. Si no trabajas ejerciendo tu profesión, también está bien. Eso no te hace peor persona.

Ánimos colegas, puede que existan tiempos malos, pero primero están lo que ustedes creen y quieran, su propia autoestima, pero suceda lo que suceda nuestra profesión siempre la llevaremos en nuestro corazón y alma.