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El dinero no lo es todo

Quiero contar una historia, hace unos años ingresé a trabajar en el área de Ti de una gran empresa de financiamiento automotriz. Esta empresa está dirigida por japoneses, quieres irónicamente están muy preocupados por el bienestar de sus empleados.

Previamente trabajé la empresa de desarrollo que construye el sistema de ‘crédito’ que casualmente era del cuñado de quien me reclutó y termino siendo mi jefe directo por más de 6 años.
Siendo joven, con un sueldo más que decente y un jugoso bono de fin de año, me fue fácil ignorar el ‘no evidente’ maltrato que recibí todo ese tiempo.

Mi jefe directo era una persona muy complicada, tenía una prepotencia difícil de soportar y una arrogancia no merecida. Se las arreglaba para insultarnos en silencio, incomodarnos y mantenernos con la constante amenaza del despido.

En varias ocasiones intentamos quejarnos de esta situación con el ‘subgerente’, quien obviamente le llamaba la atención, pero lamentablemente como en muchas empresas, existía una especie de amistad entre colegas por lo que las medidas correctivas jamás pasaron de ser un ‘llamado de atención’.

Como se podrán imaginar, cada vez que reclamamos, el maltrato ‘oculto’ empeoraba, recibiendo llamados con insultos y amenazas fuera del horario de trabajo y viendo como mi jefe comentaba por los pasillos lo ‘mal’ que trabajamos y culpándonos de todo para mantenernos como su chivo expiatorio. No era mucho lo que podía hacer, el quejarse con alguien más solo empeoraba las cosas, y como mi jefe decía ‘Es tu palabra contra la mía’...

Debo mencionar un fin de semana en donde una de las crisis (como le llamábamos a los periodos donde estas situaciones se incrementaron) gatilló la renuncia de un compañero, y fue necesario que trabajamos el fin de semana, dos días después de que nos enteramos de la reciente ‘condena’ en libertad de mi jefe por el cargo de homicidio frustrado. Esta. Fue la única vez que he sentido miedo de ir a trabajar...

El hecho de que mi jefe tuviera ‘antecedentes’ lo hizo darse cuenta de que conseguir otro trabajo no era una opción, por lo que debía cuidar muy bien este. Mi esperanza fue que esta situación lo hiciera cambiar. Lamentablemente su estrategia fue la de delatar toda mala acción de sus colegas y obligarnos al área de Ti a buscar cualquier evidencia de falta de otros trabajadores. Para ganarse el favor de la gerencia general.

No todo fue malo, En esta empresa conocí a mi actual pareja, nos enamoramos, comenzamos a vivir juntos y tuvimos una preciosa hija que desafortunadamente para ella se parece mucho a mí. Este cambia fue radical para mi, ya que siendo soltero, nadie se daba cuenta, ni siquiera yo, cuando me afectaba esta situación.

Lamentablemente, el ‘subgerente’ que nos protegía de escasa manera. Fue acusado de conductas no éticas dentro de la empresa, lo que provocó su desvinculación. Inevitablemente esto genero una sensación de ‘poder máximo’ dentro de mi jefe quien continuó con su maltrato, esta vez de forma más descarada.

Finalmente tuve una epifanía, y me di cuenta que no podía continuar así. Por lo que me dirigí a recursos humanos y después de 6 años pedí mi despido a modo de llevar esto a la inspección del trabajo. Ellos, completamente conscientes de todo lo que ocurría dentro del área de Ti, no dudaron ni un segundo en acceder a mi petición.

Siempre pensé que el comportamiento de mi jefe era solo su ‘forma de ser’ y que no había realmente mala intención, sino que no sabía hacer las cosas de otra manera. Esto fue hasta que le informaron de mi petición de despido y lo citaron a reunión con jefaturas. Ese día, él llegó velozmente a su escritorio, tomó todas sus pertenencias personales y las metió dentro de una caja de storebox y las llevó a su vehículo, solo para darse cuenta que la reunión solo era para revisar el presupuesto del departamento. Pero su reacción me dejó en claro que él estaba completamente consciente de su mal actuar, y que su conciencia obviamente no está tranquila
Después de 3 meses de descanso. Encontré un nuevo trabajo donde al principio recibía menos sueldo, pero el ambiente no podría ser mejor.

Hoy me doy cuenta de que el gran sueldo no lo es todo...



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