Las pelucas
Recuerdo una vez que trabajaba en una tienda de ropa como vendedora. Una tarde, una cliente me preguntó si teníamos una chaqueta en su talla. Yo fui a buscarla al depósito y encontré una caja que parecía tener lo que buscaba.
Sin embargo, cuando la abrí, me di cuenta de que era una caja llena de pelucas. Me sorprendió tanto que casi dejé caer la caja, pero logré sostenerla y regresé a la tienda para encontrar la chaqueta correcta.
Mientras ayudaba a la cliente a probarse la chaqueta, no podía dejar de pensar en la caja de pelucas y me preguntaba cómo habría llegado allí. ¿Fue un error de envío? ¿Alguien las había escondido allí para recuperarlas más tarde?
La cliente eventualmente decidió no comprar la chaqueta, y aunque traté de seguir concentrada en mi trabajo, no podía sacar de mi mente la extraña caja de pelucas en el depósito. Hasta el día de hoy, todavía me pregunto cómo llegaron allí y qué pasó con ellas.