A quien más le pasa?
Me encanta la desolación. Me fascina la idea de caminar por una ciudad en la noche cuando no hay nadie más en las calles. Es como si todo lo demás desapareciera y solo quedara yo y el silencio.
Recuerdo una vez que estaba en un pueblo en verano y hacía tanto calor que la gente simplemente no salía a la calle. Pero a mí me encantaba esa sensación de soledad, de que todo el mundo estaba escondido en sus casas tratando de mantenerse frescos, mientras yo exploraba el lugar sin ninguna distracción.
Y no puedo olvidar la universidad. Cuando no hay clases, el lugar se siente tan vacío y silencioso. Es como si el campus entero fuera mi patio de recreo privado. Me encanta caminar por los pasillos vacíos y explorar las aulas sin interrupciones.
Sé que a algunas personas les puede parecer aterrador o deprimente, pero para mí, es una sensación liberadora. Me siento como si tuviera todo el mundo para mí sola. No tengo que preocuparme por nadie más, solo puedo disfrutar de la tranquilidad del momento.
Así que ahí voy, caminando por la ciudad en la noche, explorando los rincones más oscuros. Me siento como una aventurera, como si estuviera descubriendo un lugar nuevo por primera vez. Y no puedo esperar a ver dónde me llevará mi fascinación por la desolación la próxima vez.