Trabajando de cajera en un supermercado, había cerca un liceo ( por providencia ), y tenía que aguantar el típico joteo de los jovencitos que venían a comprar.
Nunca los pesqué mucho... hasta que un día, la encargada me retó por culpa de uno de ellos... este pendejo llenó todos los refrijeradores de ketchup escribiendo 'Camila (así me llamo) la mah mejo kajera y la + rika bendre aki sempre kestes' LITERALMENTE.